Vaya con la caló en NY

viernes, julio 08, 2005

~ Cena con Freud ~
Pos son las 12, así que no sé si estamos a jueves, 7 de julio, San Fermín, o a viernes 8 de julio, la virgen... ¿del Carmen? (A too esto, a los listillos que me corrijan, la virgen del Carmen es el 16 de julio... vamos, que pa algo una viene de un sitio de playa.) Acabo de llegar a la casa después de cenar con los jefes de David y ejercer de Sra. de Castillo, lo cual ha sido divertido. Un restaurante estupendo, de ésos que no nos podríamos permitir en condiciones normales, pero mientras pague la empresa... pos, mira, allá que va una... Al principio esas cosas como que me daban un no sé qué... ese sentimiento de culpa tan católico que tenemos algunos, pero ahora lo veo más desde este prisma de cinismo/middle age crisis... (aquí la gente los tiene a los 40-45, y se hacen tatuajes y se compran una Harley Davidson y dejan el plan de pensiones y deciden ser artist@s. Yo, aunque nunca fui muy precoz, me he adelantado esta vez. ¡Qué coño! Acabo de cumplir la edad de Eshucrishto y eso es ya de por sí un middle age crisis y bueno, aunque aún no me he dejado el bigote de oso ni me he tatuado una calavera en el biceps y tampoco puedo permitirme la Harley e ir de motera por Manhattan, eso no quiere decir que no me haya entrao l'angustia existencial... Seguirán extensos capítulos de más de lo mismo). A lo que íbamos, que al principio que la empresa me llevase a cenar, como que me daba un yo qué sé, fatiga, que dirían en mi tierra. Ahora lo veo como un buen pago a mis horas de servicio por el bien del capitalismo consumista... Y si la compañía y la conversación son estupendos, pos mucho mejó.

La velada ha sio mu interesante. Ha sio como una sesión de terapia colectiva ( a too esto, aquí la menda la única mushasha en la mesa...como me gusta eso de ser la única. No la otra, sino la única) de estos mushashos de la oficina del Davi-mari (como me gusta llamarle). Estaban dos jefes de mi señor esposo, uno de California y otro de aquí, de NY(Tim y Mike, os recuerdo que estamos en NY y estos nombres es como estar cenando con Pepe y Antonio, un poné, vamos), otro compañero de trabajo (Simon, inglés, más gracioso), mi media naranja (=Davi-mari) y yo. Restaurante monícimo de la muerte en Brooklyn. Vino blanco, nos sentamos en la barra, porque el restaurante monícimo está hasta el culo de gente. Charla, no muy trascendental... lo típico, cuánto tiempo, cómo van las cosas, que nos hemos enterao que os habéis metio en un piso, que congratulations , que mira que tattoo más monírrrrcimo se ha puesto mi mujé. Oye, verás, que ese dolor hay que lucirlo un poquito, y más aquí, que en cuanto te descuidas estás a 20 bajo cero y no se te ven ni las pestañas... Bueno, que nos cargamos la primera. Nos llevan a la mesa, y de repente, yo no sé si fue el vino, las ganas de comer o qué narices, que a la peña se le abre el corazón y empiezan a contar historias de sus relaciones con sus padres. Si te digo yo que la mejor terapia es un par de amigos, un par de copas, y toos los complejos de Edipo se te quitan del tirón. Yo estaba alucinando... y aquí eso de tener psicoanalista es lo last... Se tenían que venir con nosotros y te juro que tendrían terapia regresiva en la primera sesión, ningún sentimiento de culpa y encima se habrían cargado una cena de puta madre y habrían pagao la mitá de lo que pagan por pasarse 20 años yendo al diván de un psicoanalista. Ahora eso sí, no te lo cubre el seguro y no puedes ir a la farmacia con la receta del Valium... Bueno, que la cena pasó de hablar de padres/hijos a hablar de piedras en el riñón y vasectomías... Lo que aprende una en una cena de negocios. Me alegro de no tener pito, por mucho que diga Freud que mis problemas emocionales son en el fondo envidia cochina que le tengo a mi padre por no tener un par de cataplines entre las piennas...

A todo esto, detalle importante del día... He quedao esta tarde con Manuel. Me he acercao a verle después del currelo. Me he cogío mi 6 y he subío a Astor Place a verle. Luego hemos tirao al New School a ver a la Laia y ¡por fin! he conocío al famoso Juanjo, que es otro de los que me ha animao a hacer esto del blog... Es que la envidia y el afán de protagonismo son mu puñeteros. Me ha encantao poder quedar con Manuel y charlar con él aunque haya sio cortillo, ver a la Laia y conocer a Juanjo, que estaba ensayando soliloquio de Segismundo con Laia cuando el Manuel y yo llegamos a la New School... si es que "el mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".

Nada, que mañana es vierrrrnes y vamos a quedar en Williamsburg, como en los viejos tiempos, a tomarnos una frozen margarita en el Veracruz, y de paso enseñarle a Juanjo un poco de Brooklyn, que y'astá bien de tanto Manhattan y Jersey City... ¡Qué ganas!

Mis gatos andan como locos. Creo que no tengo ninguna lata para darles mañana... se tendrán que conformar con el pienso.... ¡Qué mala madre que soy! Pero no pienso acostarme con sentimiento de culpa, ¡me niego Sr. Freud! ... aunque... me he fumao 3 cigarros y eso que llevaba 3 meses y medios sin fumar. La culpa la tiene el frente anticiclónico del Atlántico. Buenas noches.