Vaya con la caló en NY

lunes, julio 07, 2008

~Lunes en 中文 se dice...~

Se acabaron las vacaciones y hoy he vuelto a mi rutina de sal de casa pitando con un café en el termo (Santa Cristina con hielo... jajaja... ¿qué os habíais creído? Me lo traigo pa Nueva York cada vez que voy para Málaga), que te vaya despertando mientras vas en metro para Manhattan escuchando musiquita en tu iPod... y si tienes suerte, te pillas un asiento y lees algo hasta que llegas a tu parada y vas escopetao al trabajo... Esta mañana tuve suerte: el G llegó antes que el F . Vale, a la mayoría de la peña aquí le ralla el G un montón, pero a mí me viene de perlas... no va nada lleno cuando me monto, así que siempre pillo asiento y me puedo tirar una buena media hora leyendo. El rollo vino luego cuando llegué a Court Square, que es la parada en la que tengo que hacer transbordo al E o al V... Mogollón de peña en hora punta intentado llegar a Manhattan a la vez para currar y todos espachurraos como sardinas en lata... pero, no vamos a quejarnos. Es lo que tiene la vida moderna... ¡Ay! Lo que echo de menos a mi 11 del Palo al centro...

Hoy decidí probar una de las múltiples ofertas que tiene esta ciudad para hacer cosas divertidas, y de paso aprender algo. No sé si conocéis lo que es Meetup... La comunidad más virtualmente real... Os explico, resulta que te gusta el encaje de bolillos (por poner) y toda la gente que te conoce piensa que estás como las maracas de Machín (o no lo piensan, pero no comprenden tus aficiones del todo) y encima no comparten tu pasión... y oye, a ti lo que te apetece es hacer encaje de bolillos... Así que te metes en Internet y vas a Meetup, pones lo que te interesa (encaje de bolillos, artes marciales, pastores alemanes, soldaditos de plomo de principios del siglo XX, cocina macrobiótica, conversación en kazastano o alemanes que echan de menos el Oktoberfest... no sé, las posibilidades son infinitas, claro, dependiendo de donde vivas), y tu código postal y te aparecen en pantalla los grupos que hay por tu zona que son afines a tu pasión por ... el fútbol o por aprender gramática eslava... Total, que hace un par de semanas conocí a Fong, el chico que organiza los Meetup de Mandarín (el idioma, no el flan) en Nueva York. Me lo presentó una amiga que tenemos en común, y nada, le dije que estaba interesada en refrescar mi mandarín (que realmente vive en el baúl de los recuerdos)... ¡y va y me contesta en español! Nos reímos un rato y le dije que sí, que me apuntaría a uno de los eventos que organiza: los Mandarin Mondays. El resto de la semana me lo pasaré practicando mi andalú.

Así que entro en su página de Meetup, y tiene muy buena pinta: en un restaurante chino en Midtown, el precio está muy bien y tienen happy hour... Encima tiene un programa bastante completo: nada, un poco de socialización (con copeteo y comida china... Arrgggg, la idea de una TsingTao fresquita después de una jornada de curre, promete) para calentar motores, hablar en mandarín, y luego o Karaoke o... ¡¡¡mahjong!!! Vale, hace siglos que no juego al mahjong y la última vez que jugué (con la tía abuela de una amiga) casi me dejo las cejas... pero tiene la misma emoción que echar un mentiroso con mis amigos en Coín (y ellos saben quiénes son...). No sabría cómo explicarlo: es como un juego de cartas, pero en vez de cartas tiene unas fichas parecidas a las del dominó que, en lugar de puntitos, tienen caracteres que representan a los Tres Dragones o las tres virtudes confucianas. A lo que íbamos, que a mí lo que me llamó la atención aparte de hablar chino y conocer gente, era (¿para qué vamos a engañarnos?) poder jugar al mahjong.

Llegué tardecillo, pasadas las 7 y allí me encontré con Fong, que me presentó a una chica de Shanghai muy linda, Minnie, que le ayuda a organizar los eventos. La gente estaba bastante animada, la mayoría ya casi terminando de cenar y de charla con sus cervecitas. Y nada, con mi bien merecida TsingTao, me di una vuelta por el local y empecé a charlar con gente. Me di cuenta de lo pegote que estoy en mandarín... Todo el mundo era muy agradable y cuando les dije que era sipanya ren uno de ellos me dijo algo en chino que lo único que entendí era Nadal ( y creo que ni eso, porque me quedé mirando al buen hombre con cara de póquer). Menos mal que luego me lo dijo en inglés, porque si no, ni jota... Nada, que enhorabuena, que Nadal había ganado Wimbledon, y que éste era el año de España... y yo, que sí, que qué emoción, que hemos ganado la Eurocopa y que no sé cómo se dice ni fútbol, ni Eurocopa en mandarín, pero bueno, que hemos ganado...



También me senté en la mesa de los principiantes (nivel ni hao, vamos, sí, que estoy de nivel primer episodio del my taylor is rich). Muy simpáticos todos: conocí a un chico japonés, unos cuantos americanos que están aprendiendo mandarín (y venían preparados con sus libros de texto y sus diccionarios... yo como pensaba que esto de aprender idiomas es como con las sevillanas en la feria, que cuantas más birras te tomes, mejor te salen, pues no venía nada preparada) y algunos chinos que charlaban con nosotros muy pacientemente.

Me quedé una horilla y pico. A las 8.30 tenían karaoke (en mandarín) en una sala del restaurante, pero visto que tengo el oído como un picaporte y que esta noche no había mahjong, pensé que igual sería mejor cogerse el F y terminar la última birra con David en Brooklyn. Ahora, para el próximo Mandarin Monday voy a tener que mejorar mi mandarín, mis canciones (¿existirá el flamequeo en mandarín?) y mis habilidades para jugar al mahjong.