Vaya con la caló en NY

jueves, julio 03, 2008

~Pelillos a la mar~

Comparto vida e hipoteca con David y con tres gatos: Sam, Dylan y The Dude, a los que adoptamos de Maine.

The Dude, al que llamamos así porque es la versión gatuna del mismo personaje en The Big Lebowski, es un gato con mucha pachorra, un tío tranquilo que se pasa el día tumbado, y se cree que es un perro en lugar de un gato. Vamos, un incomprendido.

Resulta que como tiene el pelo largo y aparte de incomprendido es hippy, pues tiene unos nudos de espanto. El marketing al público que tiene bichos en casa es bestial aquí, y le compramos peine de púas largas, cepillitos de púas finas, cepillitos de púas no tan finitas... para nada... así que viendo que al pobre la caló de NY con tanto pelo y con tanto nudo le iba a hacer pasar un verano un poquillo joío, decidimos pasar a la acción y llamar a uno de esos sitios en los que venden chucherías para gatos y trajecitos para perros y en los que te pelan al perro y te lo dejan niquelao... Primera llamada... Tengo un gato y tengo que pelarlo... ¿Qué tipo? ... Es de Maine, pelo largo... $100.00 ¿Quééé? Vamos, no me gasto yo ni $100.00 en pelarme yo, no lo va a costar más cara la pelu al gato que a mí, por muy Dude que sea.

Al final, después de llamar a unos cuantos locales, decidimos ir a uno medio cerca de casa (por ahorrarle a Dude el trauma de ir en metro), Perfect Paws, recomendado por nuestra amiga Karen y que al menos no cuesta $100.00. Les llamé por teléfono para concertar cita y les expliqué que a pesar de que Dude es un gato con mucha pachorra, cuando es la hora de ir al vetrinario y manosearlo se ataca de los nervios y se pone hecho una fiera. We are used to it, he will be OK, me dicen... Se ve que no le conocen.

Llegamos el sábado por la tarde, y le explicamos a Tom la situación... ¿Lo podéis anestesiar? Lo digo más que nada porque este gato es un histérico... Noooooo... La anestesia es una droga y sólo la suministran los veterinarios... Es que no lo vais a poder pelar... Bueno, bueno, no os preocupeis, dejadlo aquí y si no podemos pelarlo, os llamamos por teléfono en 20 minutos para que lo recojais... Dude nos mira con cara de os vais a'nterar... Vale... Le dejamos en el local con más juguetes que los que tienen los chiuauas de la Paris Hilton. Nos pegamos un paseo por Brooklyn Heights y encontramos un bar en el que decidimos tomarnos una cerveza mientras esperamos... 15 minutos... Esto tiene buena pinta, no nos han llamado. Igual, por algún misterio de la naturaleza, Dude ha decido que ya va siendo hora de deja de ser rasta y arreglarse la melena... 19 minutos... Riiinnnggg... Hello?... Yes... OK, we will be there... Dude se ha negado a cortarse la coleta y tenemos que ir a recogerlo.

Tom nos explica que Dude es un gato muy pacífico, pero que se ha puesto de los nervios y que era imposible pelarlo. La única opcion que nos ofrece es llamar a nuestro veterinario y pedirle una pastilla tipo Valium para el gato, dársela y volver a llevérselo medio colocao para que puedan pelarlo... Muy fuerte que le tengamos que dar al gato un Valium para poder pelarlo.

Como no nos queda otra, le compramos las pastillas al gato y nos dicen que se la tenemos que dar un par de horas antes de llevarlo, mejor aún, probad antes de llevarlo... Así que ayer, David y yo nos miramos... ¿y si se la damos como prueba y lo intentamos pelar nosotros? En aquel momento nos pareció una idea fantástica. Dude se toma la pastilla y se relaja un mooonnnttttón. Sacamos la rasuradora que tenemos en casa y empezamos a esquilarle los nudos... pero Dude se da cuenta y dos horas más tardes, mucho pelo por todo el apartmento y los otros dos gatos mirando al pobre Dude con cara de ¿y a ti qué te ha pasao? y sólo le hemos podido quitar unos pocos nudos. Así que ahora Dude tiene un pelao en la parte de atrás del lomo, que casi podría competir con algunos de los pelaos que he visto en esta Eurocopa... Por muy moderno que esté, no es un pelao digno, así que tendremos que volver a darle otra pastilla y llevárselo a Tom para que arregle el estropicio. Ahora sí que entiendo porqué la pelu del gato puede llegar a costar $100.00.