Vaya con la caló en NY

sábado, julio 09, 2005

~ Margarita se llama mi amor... ~
Hay momentos en los que en vez de estar en Nueva York pienso que estamos en Bombay o algo así.... Un solazo esta mañana y una caló increíbles. De repente un chaparrón de ésos que hacen historia, vamos, el diluvio universal... y al ratillo, otra vez la caló. Será el famoso efecto invernadero. Yo aún no le he cogido el puntillo a eso de las estaciones aquí en NY. No sé, como que en Málaga, aunque se pase casi de verano a invierno y de invierno a verano, la cosa está más clara: o sea, o es verano o es invierno, pero no como aquí, que ni chicha ni limoná... vamos, que hasta principio de mayo un frío, nieve, aguaceros.. de repenta, toma caló... una semana que parece que estamos en el desierto del Sahara, y de repente tres días que estamos en invierno, luego otros dos días que hace bueno... De locura, vamos.

Total, que ayer, vierrrrrnes por fin, cayó una pelúa horrorosa, de paraguas y seguir empapao... Pero era viernes, y después del currele, quedé con Laia y Juanjo, que habíamos planeado ir al Veracruz a cargarnos algunas margaritas. A mí, como que con la lluvia me daba un poco de flojera, pero la Laia me dijo con esa vocecilla de pena: "¿Pero no vas a venir?", y ante ésas, una que no tiene ninguna personalidad, dice: "bueno, pues vamos a tomarnos la margarita". Quedamos cerca de la New School y conocí a Mónica, una amiga de esta gente, ideal, mezcla total, nacida en Brasil y criada en México... Juanjo ya había comentado lo peligrosos que son los cosmopolitan que preparan Mónica y Bruno (su marido). Tendré que probarlos... y eso que una de las veces que tomé cosmos acabé como la niña del Exorcista... pero una no escarmienta y nada, que habrá que probarlos, digo yo. Total que de la 13 nos cogimos el L y nos bajamos en Bedford Avenue. La Laia y yo nos acordamos de los viejos tiempos, de cuando compartimos piso en Greenpoint y nos pasábamos todas las tardes de verano en el Veracruz... ¡qué tiempos! Lo pasamos fenomenal. Me encantó poder charlar con Juanjo y conocerle un poquillo más. Con Mónica hablamos de los diferentes roomates con los que hemos vivdo y a lo tonto, es cierto, uno acaba compartiendo piso con los personajes más variopintos. Nos pusimos a repasar la lista y la que se llevó más puntos fue Laia. Esta foto en la que salimos toos juntos es cortesía de Juanjo. Me fui prontito. Con eso de que ya estoy mayor. La verdad es que este tiempo me agota y mira que una intenta lo de "a mal tiempo buena cara", pero el cansancio parece no estar de buenas conmigo. Me cogí mi G a Carroll Gardens y me vine tranquilita pa casa.

Hoy ha sido un día marujón. Limpia el piso que está hecho un asco, con mi shanda y mis tacones, arreglá pero informal. Después de medio arreglar el piso, nos fuimos el Davi-mari y yo a Atlantic Avenue al Brazen Head, el bar en el que curra nuestra vecina Catherine, a comer en el buffet en el que cocina nuestro amigo Jason (aquí todo queda en casa). $5 pa ponerte púo de comer... todas las veces que quieras... un chollo para Nueva York. Total, que nos pedimos sendas birritas y hala, a comer que son dos días. (Paréntesis: el Davi-mari me acaba de servir un poquito de sake para que me inspire un poco. Así que si pongo demasiadas chorradas, culparemos al sake, por culpar a alguien). Luego fuimos a hacer la compra, que es a lo que habíamos ido a Atlantic Avenue en primer lugar. De vuelta a nuestro Dennet Place, las señoras del barrio se habían sacao sus sillitas, así que echamos un ratillo con ellas en la calle y luego pa la casa. Vamos, un sábado de lo más tranqui.

Mañana pensamos bajar a Smith Street a celebrar el Bastille Day . Hay una comunidad francesa bastante grande aquí en nuestro barrio y todos los años bloquean Smith Street y ponen arena para jugar petanca y beber Pastis y Lillet. Me muero de ganas. Y ahora igual nos echamos una peli.