~Mr. Softee o las tardes de verano~
Si para Antonio Machado, su infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, la mía son recuerdos de tardes largas de verano en El Palo, y a la hora de la siesta, hace ya años, un camión de frutas que se paraba justo debajo de casa y nos anunciaba su mercancía por un altavoz: "Tengo sandías, dulces como el caramelo". Las más valientes, porque siempre eran ellas, salían del sopor de esas tardes de verano y bajaban a comprar sandías y melones, asumo que dulces como el caramelo, porque al día siguiente repetían. Lo demás tratábamos de seguir durmiendo la siesta, mientras en nuestro subconsciente aparecían imágenes de sandías y melones. ¿Qué pensaría Freud de todo esto?
Aquí lo único que se acerca algo a este recuerdo de mi infancia son las camionetas de helados que arrancan los gritos de los más pequeños: "¡Mr. Softee!" Estas camionetas blancas, que pertenecen a una franquicia, como una gran parte de los negocios de este país, se pasean por Nueva York anunciando su mercancía con una musiquita que data de los años 60 y que ha sido blanco de las iras de vecinos y de los comentarios de Gothamist y hasta del New York Times. Claro, que por mucho que te gusten los helados, después de tirarte todo el verano oyendo la dichosa musiquita acabas un poquillo harto, por lo que en 2005 el alcalde, Michael Bloomberg, decidió que sólo pueden poner la musiquita cuando las camionetas están en marcha. (Si pincháis el enlace de Mr. Softee, entenderéis el motivo del mosqueo veraniego de los vecinos de esta ciudad y es que tiene un mandao tener la camioneta debajo de tu casa con la musiquita de marras. Al menos el de las sandías de El Palo tenía más gracia y había tardes que hasta tenía la conversación con las del barrio a través del altavoz).
También existe la versión alternativa y más adulta de las camionetas de Mr. Softee, la mudtruck, una camioneta naranja que desde el 2001 anda vendiendo café en el East Village. Siempre que la vemos, nos pillamos uno. Lo gracioso es que los que empezaron lo del mudtuck les ha ido tan bien que ya tienen un par de camionetas por Manhattan y hasta un restaurantito, el MUDspot, en el que no sólo sirven café y bollos, si no bocatas, sopas y ensaladas... Todavía no he ido al restaurante. Me hace más gracia lo de tomarme el café por la calle, como los americanos. Será cuestión de acercarse una tarde.
Personalmente, aunque me hacían más gracia las frases del de las sandías de Málaga, no le hago ascos al café (aunque no sea Santa Cristina), a la musiquita soul y al buen rollo de la mudtruck.
Podéis encontrar la mudtruck en
Astor Place
4th Ave & 8th Street
De lunes a viernes de 7am a 6pm
y los fines de semana de 10am a 6pm
Si para Antonio Machado, su infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, la mía son recuerdos de tardes largas de verano en El Palo, y a la hora de la siesta, hace ya años, un camión de frutas que se paraba justo debajo de casa y nos anunciaba su mercancía por un altavoz: "Tengo sandías, dulces como el caramelo". Las más valientes, porque siempre eran ellas, salían del sopor de esas tardes de verano y bajaban a comprar sandías y melones, asumo que dulces como el caramelo, porque al día siguiente repetían. Lo demás tratábamos de seguir durmiendo la siesta, mientras en nuestro subconsciente aparecían imágenes de sandías y melones. ¿Qué pensaría Freud de todo esto?
Aquí lo único que se acerca algo a este recuerdo de mi infancia son las camionetas de helados que arrancan los gritos de los más pequeños: "¡Mr. Softee!" Estas camionetas blancas, que pertenecen a una franquicia, como una gran parte de los negocios de este país, se pasean por Nueva York anunciando su mercancía con una musiquita que data de los años 60 y que ha sido blanco de las iras de vecinos y de los comentarios de Gothamist y hasta del New York Times. Claro, que por mucho que te gusten los helados, después de tirarte todo el verano oyendo la dichosa musiquita acabas un poquillo harto, por lo que en 2005 el alcalde, Michael Bloomberg, decidió que sólo pueden poner la musiquita cuando las camionetas están en marcha. (Si pincháis el enlace de Mr. Softee, entenderéis el motivo del mosqueo veraniego de los vecinos de esta ciudad y es que tiene un mandao tener la camioneta debajo de tu casa con la musiquita de marras. Al menos el de las sandías de El Palo tenía más gracia y había tardes que hasta tenía la conversación con las del barrio a través del altavoz).
También existe la versión alternativa y más adulta de las camionetas de Mr. Softee, la mudtruck, una camioneta naranja que desde el 2001 anda vendiendo café en el East Village. Siempre que la vemos, nos pillamos uno. Lo gracioso es que los que empezaron lo del mudtuck les ha ido tan bien que ya tienen un par de camionetas por Manhattan y hasta un restaurantito, el MUDspot, en el que no sólo sirven café y bollos, si no bocatas, sopas y ensaladas... Todavía no he ido al restaurante. Me hace más gracia lo de tomarme el café por la calle, como los americanos. Será cuestión de acercarse una tarde.
Personalmente, aunque me hacían más gracia las frases del de las sandías de Málaga, no le hago ascos al café (aunque no sea Santa Cristina), a la musiquita soul y al buen rollo de la mudtruck.
Podéis encontrar la mudtruck en
Astor Place
4th Ave & 8th Street
De lunes a viernes de 7am a 6pm
y los fines de semana de 10am a 6pm
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