Vaya con la caló en NY

domingo, noviembre 16, 2008

~Reuben Wilson~

Viernes noche después de una semana muy larga de trabajo. Un día frío de noviembre, lluvioso y gris, de ésos que te apetece sentarte a ver una peli con un ColaCao calentito y la mesa-camilla. David me llama y me dice que hay un concierto buenísimo en reBar, el bar-restaurante que está justo debajo de su oficina (es que los hay que abren su oficina en lugares estratégicamente ubicados). La verdad es que no me apetecía mucho ir hasta Dumbo, aunque me pillae de camino a casa, pero David me dijo que el hombre que tocaba, Reuben Wilson, era un gran músico y que me iba a encantar su música. También me dijo que los músicos que tocaban con él eran músicos que han tocado en grupos que me encantan: Antibalas y Sharon Jones and the Dap-Kings, entre otros, y encima ¡gratis! Vamos, que no hay ni que pensárselo 2 veces, ¿no?

Se suponía que el concierto empezaba a las 9. Como siempre, llegué tarde, pero los músicos no empezaron a tocar hasta pasadas las 9.30, así que bien, me senté con David y unos amigos en la barra, pedimos algo de comer y beber y esperamos a que saliesen a tocar. El concierto fue una pasada, y el bar se llenó de gente (me sorprendió que no estuviese lleno cuando llegué, porque normalmente reBar está hasta la bandera los jueves y los viernes por la noche) que se movían al ritmo de soul-jazz y de funk del órgano de Reuben Wilson, el saxo de Cochemea Gastelum, la guitarra de Al Street, la batería de Eric Kalb y las congas de Yoshi Takemasa.

David me decía que le daba pena que la gente no tuviese ni idea de quién estaba tocando para nosotros, y encima gratis... Pues yo era una de ellos, porque me encantaba la música pero no tenía ni idea de quién era el buen hombre que tocaba el órgano y al que David veneraba. David me explicó que era un mito de los años 60 y 70 y que había tocado con gente de la talla de Miles Davis y que había grabado discos on Blue Note. La verdad es que Nueva York siempre te sorprende con detalles como éste. La música era increíble y Reuben Wilson, a pesar de tener 73 años, tocaba con la misma intensidad que los muchachos que le acompañaban. Tocaron durante hora y media larga, que se nos hizo muy cortita a todos los que estábamos allí.

Al salir de reBar y mientras esperábamos para coger un taxi (ya que nuestro F del alma es bastante poco fiable los fines de semana por la noche y encima ya si es tarde, ni os cuento), me doy cuenta de que Reuben Wilson está justo delante de mí, guardando cosas en el maletero de su coche. Así que, ni corta ni perezosa, me acerco a él a darle las gracias por haber compartido con nosotros su música. Es un hombre muy agradable y estuvo charlando un rato con David y conmigo sobre su música y sus próximas actuaciones. Creo que no me las pierdo.

David grabó un poquito del concierto. Si queréis disfrutar de un poquito de buena música, lo podéis oir y ver aquí. Merece la pena.