Vaya con la caló en NY

domingo, julio 31, 2005

~ Chiriririri poronponpón, vamos a la playa que calienta el sol ~
Ayer hablé con Manuel y nos vamos a ir hoy a la playa juntos. Me hace muchísima ilusión, porque, vaya, un verano sin bajá toos los días a la playa es, qué sé yo, como un día sin pan, o como vaca sin cencerro. Me he levantao resacosa, con doló de mirla. Y es que anoche subí para el Upper West Side a ver a Papito, el padre de mi amiga Maya y, que como su nombre indica, es mi padre postizo de Güeva Yors. Acaba de llegar hace un par de días de Israel, de la boda de mi amiga (alias, su hija) que me he perdío... por culpa de los consabidos problemas económicos y por toa la que tenemos liá con el puto apartamento de los cohones, que al final, aún seguimos en compás de espera. Total, que me cogí mi F, transfer al A (express como la olla) en Jay Street/Borough Hall hasta la 59-Columbus Circle, transfer al C (local) y me bajé en la 81.

Cunado llegué a su casa, Papito estaba un poco cansado, me imagino que por el jet lag y con principios de lo que parece ser un resfriao. Nada, nos sentamos con mi ordenata, ya que subí a verle y a trabajar con él en una postal que le estoy diseñando para el estreno de su primera pieza musical, que compuso a raíz de los ataques del 11 de septiembre. Me hace mucha ilusión poder ayudarle, ya que él cuidó de mí durante mis 6 primeros meses en NY, y me adoptó de okupa en el sofá de su casa. Además, si sale, será la primera cosilla que haga de gráficos a nivel público... por lo que me pone las pilas mogollón.

Total, que estuvimos jugando con Photoshop un ratillo, y después quedé pa tomarme algo con Jim, uno de los mejores amigos del Davi-mari, que además fue el padrino de nuestra boda. Se acaba de mudar de Boston y se ha venío a NY para montar su propia productora. Total, que fuimos a un mexicano, que ni fu ni fa, pero vamos, tampoco es que vayas a encontrar los mejores restaurantes en los 80 del Upper West. Me rei mucho, porque era el sitio al que siempre íbamos mi amiga Taphat y yo a tomarnos las frozen. Total que como era el 2 x 1, acabamos tomándonos más frozens de la cuenta...

A eso de las 11 me vine de vuelta pa Brooklyn y quedé con mis amigos Aurélia y Steve, pa tomarnos algo en el Brazen. Como el F no funcionaba para volver a casa, pues tenía que pasar por la puerta del bar anyways. Aurélia no pudo venir, ya que se había quedao frita. Os recuerdo que llegué a Brooklyn a eso de medianoche. Total, que se vino Steve solo (¿cómo me iba a dejar desamparada de la mano de Dios?) y nos tomamos unas margaritas on the rocks que nos preparó Catherine, mi vecina de abajo, que curra en el Brazen. Como veis, aquí too queda en casa. Al ratillo llegó Aaron, que lleva tiempo hecho polvo porque se le murió el perro, Joe-Joe, y es que llevaban juntos más de 15 años, y para Aaron, Joe-Joe ya no era un perro, sino uno más de la familia... Como dice él, es que Joe-Joe ha estado con él prácticamente toda su vida de adulto y ha pasado con él mogollón de cosas. Lo más fuerte es que acababa de recoger las cenizas de Joe-Joe y se las trajo al bar, así que me imagino que dondequiera que esté, Joe-Joe se estaba cargando un cacharro con nosotros anoche.