~El diván~
Nueva York me está empezando a rallar, y antes de perder la pinza del todo y salir en primera página de un periódico de poca tirada como "Traductora española en serie mata a 18 en un MacDonald's" (No le gustaba el fast food), he decidido poner cartas en el asunto. Como buen intento de neurótica neoyorkina la cosa empezó con la terapia yanky, o sea, tira de la tarjeta de crédito y regálate todo lo que se te antoje, porque al fin y al cabo una es una chica L'Oreal y yo lo valgo....
Como la terapia yanky no funcionó demasiado bien, más que nada porque llegaron unos pufos increibles, ya que nuestra neurótica estaba saliendo más cara que un hijo tonto, la cosa pasó a otro nivel: el del Self-help book, o libro de auto-ayuda que me regaló una buena amiga... La cosa fue de mal en peor... bueno, mejor para mí y peor para los que me rodean... Me empezó a gustar el libro, The Artist's Way, escrito por Julia Cameron, ex de Martin Scorsese. El libro está bien porque te enseña a ser egoista y a aprender a quererte un poquito. Su teoría es que todos somos artistas pero no lo desarrollamos y con su programa de 12 pasos (vamos, igualito que si fueses un alcohólico anónimo) la creatividad te va a salir a espuertas. Pero claro, para que te salga la creatividad tienes que estar bien contigo mismo y tu mecanismo, así que mucho tiempo contigo mismo rumiando porque tu creatividad está atascada. Lo de mi creatividad aún está por ver, pero mierda sí que me ha sacado el libro, porque me dirás si no va a salir mierda cuando te echas la culpa o ves que los demás no te apoyaron a ser mimo en un parque, que es lo que realmente quieres ser, en vez de un alto ejecutivo de Wall Street (que tampoco lo soy, que conste, pero creo que me quedo con lo de ser mimo, aunque mejor en el Retiro que en Central Park) y un attitude,como dirían estos gringos, que ni te cuento... vamos, que de un tiempo a esta parte no hay quien me tosa.
A lo que íbamos, tanta mierda sacó el libro, que no podía controlarla, así que ¿cuál es el siguiente paso de nuestra neurótica neoyorkina-malagueña? Pues hablar con una amiga que va y le recomienda a su terapeuta. Ni corta ni perezosa, se presenta en la consulta del buen hombre dispuesta a largar todo lo habido y por haber. Por ahora sólo han sido dos sesiones... ¡y qué cara que me está saliendo mi infancia, coño! Y eso que yo soy una tía muy tranquila y tuve una infancia cojonuda...
Está por ver si esto funciona o no porque el siguiente paso sería pasar por la cirujía estética y rehacerme toda como Antonia SanJuan en Todo sobre mi madre, y verás, como que me estoy quitando.... De todos modos, me voy a Málaga la semana que viene y ésa va a ser la mejor terapia... (¡de choque!)
Nueva York me está empezando a rallar, y antes de perder la pinza del todo y salir en primera página de un periódico de poca tirada como "Traductora española en serie mata a 18 en un MacDonald's" (No le gustaba el fast food), he decidido poner cartas en el asunto. Como buen intento de neurótica neoyorkina la cosa empezó con la terapia yanky, o sea, tira de la tarjeta de crédito y regálate todo lo que se te antoje, porque al fin y al cabo una es una chica L'Oreal y yo lo valgo....
Como la terapia yanky no funcionó demasiado bien, más que nada porque llegaron unos pufos increibles, ya que nuestra neurótica estaba saliendo más cara que un hijo tonto, la cosa pasó a otro nivel: el del Self-help book, o libro de auto-ayuda que me regaló una buena amiga... La cosa fue de mal en peor... bueno, mejor para mí y peor para los que me rodean... Me empezó a gustar el libro, The Artist's Way, escrito por Julia Cameron, ex de Martin Scorsese. El libro está bien porque te enseña a ser egoista y a aprender a quererte un poquito. Su teoría es que todos somos artistas pero no lo desarrollamos y con su programa de 12 pasos (vamos, igualito que si fueses un alcohólico anónimo) la creatividad te va a salir a espuertas. Pero claro, para que te salga la creatividad tienes que estar bien contigo mismo y tu mecanismo, así que mucho tiempo contigo mismo rumiando porque tu creatividad está atascada. Lo de mi creatividad aún está por ver, pero mierda sí que me ha sacado el libro, porque me dirás si no va a salir mierda cuando te echas la culpa o ves que los demás no te apoyaron a ser mimo en un parque, que es lo que realmente quieres ser, en vez de un alto ejecutivo de Wall Street (que tampoco lo soy, que conste, pero creo que me quedo con lo de ser mimo, aunque mejor en el Retiro que en Central Park) y un attitude,como dirían estos gringos, que ni te cuento... vamos, que de un tiempo a esta parte no hay quien me tosa.
A lo que íbamos, tanta mierda sacó el libro, que no podía controlarla, así que ¿cuál es el siguiente paso de nuestra neurótica neoyorkina-malagueña? Pues hablar con una amiga que va y le recomienda a su terapeuta. Ni corta ni perezosa, se presenta en la consulta del buen hombre dispuesta a largar todo lo habido y por haber. Por ahora sólo han sido dos sesiones... ¡y qué cara que me está saliendo mi infancia, coño! Y eso que yo soy una tía muy tranquila y tuve una infancia cojonuda...
Está por ver si esto funciona o no porque el siguiente paso sería pasar por la cirujía estética y rehacerme toda como Antonia SanJuan en Todo sobre mi madre, y verás, como que me estoy quitando.... De todos modos, me voy a Málaga la semana que viene y ésa va a ser la mejor terapia... (¡de choque!)
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