~No pesan los años...~
Pues ná, que ya estamos a finales de octubre, con rasquilla en Nueva Yors, y no sé yo, pero igual voy a tener que cambiarle el título al bló, porque eso de la caló, como que ya no pega mucho... ¡Notición! me voy a Málaga una semanita a ver a mi family... ¡Tengo unas ganas locas! Además como me voy a mediados de noviembre, pues una semana de frío que me quito de encima... bueno, habrá fiesta seguro, porque Nieves llega a Málaga el 14 de noviembre de Pekin, y bueno, vamos a liarla...
La verdá es que no hay muchas novedades por el frente. Lo más importante es que en los anuncios de Fontvella mentían como bellacos con eso de "No pesan los años, pesan los kilos". A mí me pesan los dos: los michelines y las canas... Y es que una no tiene el aguante que tenía hace unos años. Sin ir más lejos, la semana pasada tuvimos una movie night en casa, o cinemateca que dirían aquéllos que no avasallan el idioma español (es que como yo estudié otras filologías menores, como diría Cristóbal Cuevas...), y vimos The Big Lebowski de los hermanos Cohen. Nada, que tuvimos a una docena de amigos en casa viendo la peli mientras se jincaban una tortilla-papas y unos choricitos al vino... hasta las y pico, y una vez que se fueron to@s a casa, que sería la una y pico, al davi-mary y a mí no se nos ocurre mejor idea que... oye, qué antojo de white Russians, pues vámonos al bar de la esquina... y nos quedamos charlando con el personal hasta las cinco (sí las cinco) y pico. Claro, así estaba yo muerta al día siguiente, que para que dijese dos palabras de corrido que pegaran la una con la otra a nivel morfosintáctico, me tenían quer hacer una lobotomía prefrontal... vamos, que lo mío era encefalograma plano... y pensaban los años... y mucho...
Pero no escarmentamos, y el sábado pasado fuimos a una fiesta de Halloween que tuvieron nuestros amigos Aurélia y Steve. Yo me disfracé de la de Los Pájaros de Hitchcock. El disfraz me lo prestó mi amiga Amanda que se lo curró mogollón (le encanta diseñar disfraces). También me prestó uno que era el traje de cisne de Björk, pero por unanimidad dijeron que el de la Tippi Herden me quedaba mejor... es que eso de la peluca rubia da mucho glamour... O igual era que, asustados ante lo que pesaban mis kilos (y mis años), decidieron que las transparencias y el pájaro colgando del cuello no eran muy apropiados para mi edad y mi estado de buen ver (nada que ver buena esperanza... es sólo lo que la falta de ejercicio y lo que el estrés, y la falta de agua Fontvella le hacen al organismo...). La fiesta estuvo de puta madre y nos lo pasamos bomba y acabamos... a las cinco y pico de la mañana... pego foto al blog y me acuesto para contar otro día las aventuras del día siguiente... en Connecticut...
Tipos duros
Éstas somos Amanda (de geisha), Cathy (de ángel de la muerte o algo así) y yo (de yanki reciclada con perlitas y pájaros muertos en el vestido)
El Davi-mary (de muchacho de buen ver de los años 30) y yo echándonos un bailecito...
Pues ná, que ya estamos a finales de octubre, con rasquilla en Nueva Yors, y no sé yo, pero igual voy a tener que cambiarle el título al bló, porque eso de la caló, como que ya no pega mucho... ¡Notición! me voy a Málaga una semanita a ver a mi family... ¡Tengo unas ganas locas! Además como me voy a mediados de noviembre, pues una semana de frío que me quito de encima... bueno, habrá fiesta seguro, porque Nieves llega a Málaga el 14 de noviembre de Pekin, y bueno, vamos a liarla...
La verdá es que no hay muchas novedades por el frente. Lo más importante es que en los anuncios de Fontvella mentían como bellacos con eso de "No pesan los años, pesan los kilos". A mí me pesan los dos: los michelines y las canas... Y es que una no tiene el aguante que tenía hace unos años. Sin ir más lejos, la semana pasada tuvimos una movie night en casa, o cinemateca que dirían aquéllos que no avasallan el idioma español (es que como yo estudié otras filologías menores, como diría Cristóbal Cuevas...), y vimos The Big Lebowski de los hermanos Cohen. Nada, que tuvimos a una docena de amigos en casa viendo la peli mientras se jincaban una tortilla-papas y unos choricitos al vino... hasta las y pico, y una vez que se fueron to@s a casa, que sería la una y pico, al davi-mary y a mí no se nos ocurre mejor idea que... oye, qué antojo de white Russians, pues vámonos al bar de la esquina... y nos quedamos charlando con el personal hasta las cinco (sí las cinco) y pico. Claro, así estaba yo muerta al día siguiente, que para que dijese dos palabras de corrido que pegaran la una con la otra a nivel morfosintáctico, me tenían quer hacer una lobotomía prefrontal... vamos, que lo mío era encefalograma plano... y pensaban los años... y mucho...
Pero no escarmentamos, y el sábado pasado fuimos a una fiesta de Halloween que tuvieron nuestros amigos Aurélia y Steve. Yo me disfracé de la de Los Pájaros de Hitchcock. El disfraz me lo prestó mi amiga Amanda que se lo curró mogollón (le encanta diseñar disfraces). También me prestó uno que era el traje de cisne de Björk, pero por unanimidad dijeron que el de la Tippi Herden me quedaba mejor... es que eso de la peluca rubia da mucho glamour... O igual era que, asustados ante lo que pesaban mis kilos (y mis años), decidieron que las transparencias y el pájaro colgando del cuello no eran muy apropiados para mi edad y mi estado de buen ver (nada que ver buena esperanza... es sólo lo que la falta de ejercicio y lo que el estrés, y la falta de agua Fontvella le hacen al organismo...). La fiesta estuvo de puta madre y nos lo pasamos bomba y acabamos... a las cinco y pico de la mañana... pego foto al blog y me acuesto para contar otro día las aventuras del día siguiente... en Connecticut...
Tipos duros
Éstas somos Amanda (de geisha), Cathy (de ángel de la muerte o algo así) y yo (de yanki reciclada con perlitas y pájaros muertos en el vestido)
El Davi-mary (de muchacho de buen ver de los años 30) y yo echándonos un bailecito...
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