Vaya con la caló en NY

viernes, noviembre 04, 2005

~ √ Other~

Estoy muerta. Ayer tuvimos un curso en el curre que era obligatorio y que empezaba a ¡las 8.30 de la mañana! Con lo que a mí me cuesta llegar a las 9, que voy con los ojillos pegaos, más achinaos que nunca y llevo el café (Santa Cristina, que yo me lo llevo de casa) por intravenosa.

Bueno, pues ayer decidí ser un miembro útil a la sociedad y me chupé una clase sobre "Gestión de Riesgos en la Empresa" (Enterprise Risk Management) de 8.30 a 12. Al principio estaba más perdida que un pulpo en un garaje, pero luego le fui cogiendo el tranquillo a la cosa y cuando el profesor empezó a hablar de "probabilidades" y sacó un montón de dados para que la clase tirase los dados y viésemos las probabilidades o COINcidencias, que pensaría una, pues los ojillos de ludópata se me iluminaron... Es que yo soy de ésas que necesitan inmersión total en la situación para poder enterarase de algo...

Total, que luego, por la tarde, fui a mi reunión para ser tutora. Ná, que me apuntao a ver si dejo de mirarme el ombligo y pensar lo maravillosa que soy y quejarme cuando no debo y echarle un cable a gente que realmente le hace falta. Total, que voy a participar en un programa que lo lleva el New York City Departament of Education. Ná, que llegamos una docena de voluntarios (la mayoría voluntarias, sólo un tal Michael) y tenemos a una monitora haciendo ejercicios de roleplay en los que te ponía en posibles situaciones embarazosas, como que el/la chaval/chavala con el que quedes para hacer de tutor/a te pregunte claramente que cuánto ganas o si puedes darle pelas. Total, constructivo. Mientras nos explican mogollón de cosas, especialmente aquéllas que no debes hacer porque es un riesgo para ti, es un riesgo para el/la adolescente (aquí con la teoría del piensa mal y acertarás y si no has pensao mal seguro que alguien te lleva a juicio para sacarte las susodichas muelas), nos sacan tropecientos cuestionarios que hay que rellenar, aparte de que te tengan que tomar las huellas dactilares... y entre las numerosas preguntas indiscretas (edad, peso, altura, color de pelo (depende..., que quieres que te diga), color de ojos) aparece la que más inri me da de toas: Ethnicity... Y claro, para no variar, la mía no está. Porque me dirás qué pongo... ¿Asian American and Pacific Islander? ¿Hispanic? ¿White (non Hispanic)? y para colmo, que aunque no me haga gracia el término Other al que María Litvan le sacó punta en Obsessions, ni siquiera lo tenían... Total que ni corta ni perezosa le pregunté a la güena mujé, si lo de poner lo de la raza era obligatorio. Y me mira con unos ojos grandísimos y me pregunta, muy políticamente correcta, si es que es una pregunta que me incomoda. Le contesto que para nada, que yo estoy mu cómoda con quien soy, vamos, que me siento Evax total, pero que mi descripción no aparece en ninguna de las cajitas a las que tengo que poner una cruz, porque, cohones, soy medio española/medio china. Los ojos se le quedan como platos, me echa una sonrisa de ésas que echa una por compromiso o cuando la pillan con las manos en la masa, y me dice, uy, pues habrá que actualizar los cuestionarios... Pues creo que sí, porque aquí en Nueva York una no es la excepción que confirma la regla. En todo caso, ni siquiera estoy demasiado mezclada... Nada, que es lo que cantaba Jarabe de Palo:

En lo puro no hay futuro,
la pureza está en la mezcla,
en la mezcla de lo puro,
que antes de ser puro fue mezcla.

Pues habrá que ponerles la canción a los que hagan los cuestionarios del New York City Departament of Education... digo yo, a ver si se enteran... Imagínate si me llego a presentar con la peluca rubia de Halloween y las perlas en plan ama de casa de Connecticut..

La reunión terminó a las 9 de la noche, así que me bajé de Union Square al East Village a la inauguración de una exposición colectiva de arte en la que participaba nuestro amigo Dan. David estaba en no sé que evento de cine, organizado por IFP y el consulado francés. Yo me pegué un paseito y llegué a eso de las 9.30 al Nirvana, un bar que en sus tiempos fue heavy, y en el que ahora hay yuppies de chaqueta y niñas con pintas de hippies, pero chic a la vez. Vamos, como diría Veva, que van sencillas y naturales a la par que elegantes y sofisticadas.... el bar está en Avenue A y la East 7. El David mari se perdió (es que para colmo estábamos en el sótano del bar y la gente tenía que pasar por delante de una banda de tres pelúos que hacían como que cantaban y tocaban la guitarra y la batería, pero los pobres ni por ésas. ¡Qué poco agradecío es a veces el mundo del arte!

Total, que llega el David mary, saludamos a Dan (yo ya llevaba un rato en el local, que me hacía gracia por los personajillos relacionados con el mundo del arte), y en vista de que las birras estaban a $5...¡sí, en aquel antro una Corona te costaba $5! nos fuimos al bar de sushi de enfrente que tenía un happy Hour de 10 pm a 1 de la mañana y el sushi a 50%. Nos pedimos unos saketinis (no sé lo que tendrán, pero el mío estaba de escándalo) y un sushi y echamos la noche de charla, que hasta cerramos el bar.

Y como estoy muerta y me he enrollao más que una persiana, voy a acostarme, que mañana me tengo que levantar tempranito para ir a Jersey City a rodar con Juanjo and company....

¡Lo más fuerte! El fin de semana pasado cuando fui a rodar, conocí a un niño de Málaga, del barrio del Hospital Civil. Se llama Salva y es amigo de Puy, porque también es actor y le andaba echando un cable a Juanjo con su corto... ¡y es amigo de Chete! Nada, que el mundo es un pañuelo, y sólo hay 6 grados de separación... Mañana creo que me voy a presentar a rodar con un paquete de Santa Cristina. Seguro que a Salva le da el yuyu.