~新年快樂~
Ya sé que llevo desaparecida bastante tiempo... temas de trabajo y los fines de semana no me cunden, ya que hemos empezado a dedicarlos a preparar la casa para cuando llegue la enana, porque como somos como somos, si no nos ponemos las pilas ya, ésta llega y va a acabar durmiendo en el sofá con los gatos.
Eso no quita que la semana pasada nos animásemos y saliesemos a celebrar el año nuevo chino con un grupo de amigos, pero esta vez decidimos tomárnoslo con calma y salir un día después del año nuevo, ya en que los restaurantes de Chinatown es casi imposible entrar a comer ese día, y mucho peor si cae en fin de semana, como hace un par de años, que organizamos una comida de año nuevo y que cayó en domingo.
Creo que erámos unos 15 y a pesar de que hicimos reserva en un sitio bastante apañao que sirve dim sum, el restaurante H.S.F., cuando llegamos estaba hasta la bandera y aquello era un sálvese quien pueda. No nos sirvió de nada deicr que teníamos reserva y además como éramos muchos, al final tuvimos que esperar como una hora hasta que nos dieron mesa, pero mereció la pena. (Cosas que hace una en Nueva York, porque me direis quién es el listo que se espera una hora en un restaurante en el que ya tenía reserva y claro, la vez siguiente que le dije a David que a ver si nos acercábamos al H.S.F, me dijo que la que se iba a acercar era Rita la cantaora, porque él pasaba después de la espera de ese día. Al menos reconoció que la comida estaba bien.)
El dim sum es un tipo de comida china que lo podríamos casi comparar con nuestras tapas. En los restaurantes que sirven dim sum, se pasean con carritos con diferentes platillos y uno va escogiendo de lo que le ofrecen. Suelen ser muy variados y no son platos grandes. Lo mejor es ir con alguien que sepa bastante de comida china y que hable o cantonés o mandarín y también ir con un montón de gente pra poder elegir más variedad. Lo que hacemos es convencer a un amigo nuestro que es de Taipei para que venga con nosotros y que nos haga de traductor y de gastrónomo (y con el que nos atrevemos a comer cosas que no comeríamos si fuesemos solos). Uno de nuestros sitios favoritos para comer dim sum es el restaurante 88 Palace, que está en el centro del Chinatown de verdad, lejos de los bolsos y los relojes de imitación de Canal Street. Es un salón de banquetes que está bajo el puente de Manhattan, en el que los camareros se pasean por entre las mesas mostrándote los diferentes platos. Se paran, tratan de convencerte de que pidas todos, acabas negociando y eligiendo lo que quieres y te sellan una tarjeta que te dan por mesa con el número de platos que has elegido. Y así se va comiendo y eligiendo platos a medida que van pasando. Se mezclan los sabores, lo dulce con lo salado, y muchas veces la presentación esconde sabores insospechados que no parece que peguen nada con el look de la comida.
No sé, será que igual lo llevo en el ADN, pero me encanta el año nuevo chino. Pasearme por calles más bulliciosas de lo normal (imaginaos tipo centro en Semana Santa pero con niños tirando cohetes y confetti por el suelo en vez de nazarenos) y poder ver las danzas del león que van de tienda en tienda trayéndole suerte a los comerciantes para el nuevo año y a cambio de los buenos deseos, los comerciantes les dan un aguinaldo a los leones, dentro de sobrecitos rojos, me hacen sentirme casi como en casa, y eso que en El Palo esto no se celebra mucho.
El lunes 26 de enero empezó el nuevo año, el año del buey. Decidimos celebrarlo el martes por la noche con unos amigos en un sitio en el que no había estado antes, a comer 火鍋 (huǒ guō). Es básicamente una fondue, en la que se presenta una olla con caldo en el centro de la mesa junto con varios tipos de carne, verduras, setas, fideos, bolas de pescado o dumplings (una especie de empanadillas) que los comensales tienen que cocer, y el caldo va cogiendo el sabor de todos los ingredientes que se han cocido.
Es una comida en la que como más se disfruta es yendo con mucha gente, porque así se puede elegir más variedad de ingredientes para cocer. La chica que organizó esta cena, Jin, es de Beijing, y nos llevó a un restaurante al final de Canal Street, justo al lado del puente de Manhattan, de donde salen los autobuses de la empresa Fung Wah, que por un módico precio te llevan del Chinatown de Nueva York al de Boston (aunque ahora paran en la estación de autobuses). El sitio, un restaurante cutrecillo, se llama Grand Sichuan y no lo conocíamos, así que una sorpresa muy agradable, porque no hemos comido 火鍋 en casi 2 años, desde que volvimos de visitar a mi hermana en Beijing. Uff, tengo que ver cómo me las apaño para volver allí. Como éramos una pechá de gente, estuvo muy bien porque pedimos de todo: cordero, ternera, tofu, setas, fideos (fundamental para el año nuevo, ya que representan longevidad), bolas de pescado (el pescado, que normalmente se tiene que llevar entero a la mesa, representa abundancia, ya que ambos caracteres se pronuncian igual) y nada, a coger tu trocito de comida, ponerlo en una cucharita que parece casi como un colador y desear que no se te pierda en la sopa. Esperas a que se haga, lo sacas, le pones un poquito de salsa y listo para comer. Al final, ya íbamos con menos paciencia y en plan más cafre, metiendo de todo en el caldo (teníamos dos tipos de caldo, separados, uno más picante que el otro y que al final, también acabaron medio mezclados) y sacando y repartiendo como buenamente podíamos lo que pillábamos.
Me parece que ya tenemos un nuevo sitio para comer en Chinatown. 新年快樂! (Xīnnián kuàilè) ¡Feliz año!
H.S.F. Restaurant
46 Bowery
New York, NY 10013
Tel: (212) 374-9681
88 Palace Restaurant
88 E Broadway
New York, NY 10002
Tel: (212) 941-8886
Grand Sichuan
125 Canal Street, #4
New York, NY 10002
Tel: (212) 625-9212
Ya sé que llevo desaparecida bastante tiempo... temas de trabajo y los fines de semana no me cunden, ya que hemos empezado a dedicarlos a preparar la casa para cuando llegue la enana, porque como somos como somos, si no nos ponemos las pilas ya, ésta llega y va a acabar durmiendo en el sofá con los gatos.
Eso no quita que la semana pasada nos animásemos y saliesemos a celebrar el año nuevo chino con un grupo de amigos, pero esta vez decidimos tomárnoslo con calma y salir un día después del año nuevo, ya en que los restaurantes de Chinatown es casi imposible entrar a comer ese día, y mucho peor si cae en fin de semana, como hace un par de años, que organizamos una comida de año nuevo y que cayó en domingo.
Creo que erámos unos 15 y a pesar de que hicimos reserva en un sitio bastante apañao que sirve dim sum, el restaurante H.S.F., cuando llegamos estaba hasta la bandera y aquello era un sálvese quien pueda. No nos sirvió de nada deicr que teníamos reserva y además como éramos muchos, al final tuvimos que esperar como una hora hasta que nos dieron mesa, pero mereció la pena. (Cosas que hace una en Nueva York, porque me direis quién es el listo que se espera una hora en un restaurante en el que ya tenía reserva y claro, la vez siguiente que le dije a David que a ver si nos acercábamos al H.S.F, me dijo que la que se iba a acercar era Rita la cantaora, porque él pasaba después de la espera de ese día. Al menos reconoció que la comida estaba bien.)
El dim sum es un tipo de comida china que lo podríamos casi comparar con nuestras tapas. En los restaurantes que sirven dim sum, se pasean con carritos con diferentes platillos y uno va escogiendo de lo que le ofrecen. Suelen ser muy variados y no son platos grandes. Lo mejor es ir con alguien que sepa bastante de comida china y que hable o cantonés o mandarín y también ir con un montón de gente pra poder elegir más variedad. Lo que hacemos es convencer a un amigo nuestro que es de Taipei para que venga con nosotros y que nos haga de traductor y de gastrónomo (y con el que nos atrevemos a comer cosas que no comeríamos si fuesemos solos). Uno de nuestros sitios favoritos para comer dim sum es el restaurante 88 Palace, que está en el centro del Chinatown de verdad, lejos de los bolsos y los relojes de imitación de Canal Street. Es un salón de banquetes que está bajo el puente de Manhattan, en el que los camareros se pasean por entre las mesas mostrándote los diferentes platos. Se paran, tratan de convencerte de que pidas todos, acabas negociando y eligiendo lo que quieres y te sellan una tarjeta que te dan por mesa con el número de platos que has elegido. Y así se va comiendo y eligiendo platos a medida que van pasando. Se mezclan los sabores, lo dulce con lo salado, y muchas veces la presentación esconde sabores insospechados que no parece que peguen nada con el look de la comida.
No sé, será que igual lo llevo en el ADN, pero me encanta el año nuevo chino. Pasearme por calles más bulliciosas de lo normal (imaginaos tipo centro en Semana Santa pero con niños tirando cohetes y confetti por el suelo en vez de nazarenos) y poder ver las danzas del león que van de tienda en tienda trayéndole suerte a los comerciantes para el nuevo año y a cambio de los buenos deseos, los comerciantes les dan un aguinaldo a los leones, dentro de sobrecitos rojos, me hacen sentirme casi como en casa, y eso que en El Palo esto no se celebra mucho.
El lunes 26 de enero empezó el nuevo año, el año del buey. Decidimos celebrarlo el martes por la noche con unos amigos en un sitio en el que no había estado antes, a comer 火鍋 (huǒ guō). Es básicamente una fondue, en la que se presenta una olla con caldo en el centro de la mesa junto con varios tipos de carne, verduras, setas, fideos, bolas de pescado o dumplings (una especie de empanadillas) que los comensales tienen que cocer, y el caldo va cogiendo el sabor de todos los ingredientes que se han cocido.
Es una comida en la que como más se disfruta es yendo con mucha gente, porque así se puede elegir más variedad de ingredientes para cocer. La chica que organizó esta cena, Jin, es de Beijing, y nos llevó a un restaurante al final de Canal Street, justo al lado del puente de Manhattan, de donde salen los autobuses de la empresa Fung Wah, que por un módico precio te llevan del Chinatown de Nueva York al de Boston (aunque ahora paran en la estación de autobuses). El sitio, un restaurante cutrecillo, se llama Grand Sichuan y no lo conocíamos, así que una sorpresa muy agradable, porque no hemos comido 火鍋 en casi 2 años, desde que volvimos de visitar a mi hermana en Beijing. Uff, tengo que ver cómo me las apaño para volver allí. Como éramos una pechá de gente, estuvo muy bien porque pedimos de todo: cordero, ternera, tofu, setas, fideos (fundamental para el año nuevo, ya que representan longevidad), bolas de pescado (el pescado, que normalmente se tiene que llevar entero a la mesa, representa abundancia, ya que ambos caracteres se pronuncian igual) y nada, a coger tu trocito de comida, ponerlo en una cucharita que parece casi como un colador y desear que no se te pierda en la sopa. Esperas a que se haga, lo sacas, le pones un poquito de salsa y listo para comer. Al final, ya íbamos con menos paciencia y en plan más cafre, metiendo de todo en el caldo (teníamos dos tipos de caldo, separados, uno más picante que el otro y que al final, también acabaron medio mezclados) y sacando y repartiendo como buenamente podíamos lo que pillábamos.
Me parece que ya tenemos un nuevo sitio para comer en Chinatown. 新年快樂! (Xīnnián kuàilè) ¡Feliz año!
H.S.F. Restaurant
46 Bowery
New York, NY 10013
Tel: (212) 374-9681
88 Palace Restaurant
88 E Broadway
New York, NY 10002
Tel: (212) 941-8886
Grand Sichuan
125 Canal Street, #4
New York, NY 10002
Tel: (212) 625-9212
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