Vaya con la caló en NY

lunes, enero 19, 2009

~I have a dream~

Mañana, martes 20 de enero, se investirá al 44° Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el primer presidente de este país que tiene sangre negra. Es interesante que la investidura coincida después del día en que se recuerda a Martin Luther King, Jr., el que luchó por las libertades civiles de los afro-americanos en los años 60 con un enfoque de no violencia.

Creo que aparte de todos los cambios políticos, sociales y económicos que ha prometido Obama y la esperanza de que las cosas cambien para este país, es muy significativo que éste sea el primer presidente de color, en un país en el que hace menos de 45 años era ilegal en algunos estados casarse con una persona de otra raza.

En 1967 (no hace tanto tiempo), el Tribunal Supremo, con la sentencia Loving vs. Virginia, declaró como anti-constitucionales las leyes de algunos estados en los que se consideraba ilegal el matrimonio entre personas de diferentes razas.

El 6 de mayo del año pasado, falleció la Sra. Mildred Loving, a la que esta ley le afectó a ella y a su marido directamente, ya que el estado de Virginia (de donde eran y a donde volvieron tras haberse casado en Washington DC donde el matrimonio entre gente de diferentes razas sí era legal) los encarceló por el simple hecho de que ella era negra y su esposo Richard Loving (un apellido bastante apropiado para la historia, ¿no?), era blanco. Tras pasar unos días en la cárcel, decidieron no quedarse cruzados de brazos e interpusieron una demanda contra el estado de Virginia que llegó al Tribunal Supremo y que terminó con esta ley.

Si queréis ver el mapa de segregación racial con respecto a los matrimonios en Estados Unidos, podeis ir a Loving Day, una organización que conmemora la parejas de distintas razas y veréis que hasta hace no tanto tiempo esto era algo que no se veía bien, incluso tras la lucha de los años 60 por los derechos civiles de un gran grupo de la población estadounidense, que pagaba impuestos y participaba en guerras representando a su país, pero que a los que no se les permitía casarse con gente de su elección, compartir escuelas, asientos en los autobuses o mesas en restaurantes en muchas partes del país.

Me da pena pensar que si mis padres o los padres de David se hubiesen querido casar hacer 45 años en algunas partes de los Estados Unidos, se les hubiera considerado criminales. Me alegra mucho que por fin se vayan superando barreras raciales (aunque aún queda mucho por hacer y romper otras barreras que todavía siguen en pie) y que se reconozca con un Presidente que ha ganado las elecciones por méritos propios, sin importar el color de su piel. Me enorgullece que nuestra hija vaya a tener sangre inca, judía, rusa, alemana, italiana, vasca, andaluza, filipina y china y que esto no sea un signo de vergüenza sino un signo de orgullo y de los nuevos tiempos que corren.

Tal vez el sueño de Martin Luther King no nos quede tan lejos:

"I say to you today, my friends, so even though we face the difficulties of today and tomorrow, I still have a dream. It is a dream deeply rooted in the American dream.

I have a dream that one day this nation will rise up and live out the true meaning of its creed: "We hold these truths to be self-evident: that all men are created equal."

I have a dream that one day on the red hills of Georgia the sons of former slaves and the sons of former slave owners will be able to sit down together at the table of brotherhood.

I have a dream that one day even the state of Mississippi, a state sweltering with the heat of injustice, sweltering with the heat of oppression, will be transformed into an oasis of freedom and justice.

I have a dream that my four little children will one day live in a nation where they will not be judged by the color of their skin but by the content of their character.

I have a dream today.

I have a dream that one day, down in Alabama, with its vicious racists, with its governor having his lips dripping with the words of interposition and nullification; one day right there in Alabama, little black boys and black girls will be able to join hands with little white boys and white girls as sisters and brothers.

I have a dream today."


Extracto de US Constitution Online.

A continuación la traducción de Tomás Albaladejo:

"Aun así, aunque vemos delante las dificultades de hoy y mañana, amigos míos, os digo hoy: todavía tengo un sueño. Es un sueño profundamente enraizado en el sueño americano.

Tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales”.

Tengo un sueño: que un día sobre las colinas rojas de Georgia los hijos de quienes fueron esclavos y los hijos de quienes fueron propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la fraternidad.

Tengo un sueño: que un día incluso el estado de Mississippi, un estado sofocante por el calor de la injusticia, sofocante por el calor de la opresión, se transformará en un oasis de libertad y justicia.

Tengo un sueño: que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel sino por su reputación.

Tengo un sueño hoy.

Tengo un sueño: que un día allá abajo en Alabama, con sus racistas despiadados, con su gobernador que tiene los labios goteando con las palabras de interposición y anulación, que un día, justo allí en Alabama niños negros y niñas negras podrán darse la mano con niños blancos y niñas blancas, como hermanas y hermanos.

Tengo un sueño hoy."