Vaya con la caló en NY

domingo, agosto 16, 2009

~Ron Albertson~

Hace un par de veranos, paseando por mi barrio, me encontré con un tipo que vendía unos cuadros que me llamaron mucho la atención por su colorido y su temática. Eran siluetas de edificios de Nueva York serigrafiadas sobre lienzos con colores fuertes de fondo. Me enamoré de un cuadro del Williamsburgh Savings Bank Tower, el edificio más alto de Brooklyn, y me lo compré. Como no tenía tarjeta de visita, le pedí al artista que me pasase su teléfono por si quería comprarle otro. Me dijo que sólo vendía sus cuadros en dos sitios: en la esquina en la que le encontré en mi barrio y en 7 Avenue en Park Slope. Al poco tiempo volví a la esquina en la que le conocí para comprarle un cuadro a una amiga y no estaba allí. Le llamé por teléfono para quedar, pero al final, entre una cosa y otra, nuestra cita no cuajó y no volví a saber más de él.

Esta tarde, paseando con Alaia, en la esquina de Smith con Wycoff, me llamó la atención el contraste de unos colores muy alegres contra el gris del cemento del edificio. Me paro y veo al artista al que le había perdido la pista hace dos años. Enjuto, con sus gafas de pasta y una barba de algo más de tres días, se acercó a nosotras, mientras yo no podía quitarle el ojo a los lienzos que tenía apoyados en la pared. Me empezó a decir que eran una serie, que sólo pintaba 25 de cada y le dije que ya lo sabía porque le había comprado uno hace un par de años. Obviamente no se acordaba de mí, pero me preguntó que cuál le había comprado y cuando se lo describí se le iluminaron los ojos y me dijo, "pues sería uno de los últimos que hice de esa serie porque el marrón del fondo lo hice mezclando varios colores y nunca me volvió a salir esa tonalidad. Ahora utilizo colores directamente del bote para los fondos".


Estuvimos charlando un rato, me dijo que se llamaba Ron y que pasaba bastante de poner una web porque a él lo que le gustaban era plasmar lo que le rodea en dos dimensiones y que eso de tener que actulizar una web y sacarle fotos a sus cuadros no le interesaba. Me habló de Lincoln, Nebraska, de donde es originariamente y a donde va a volver dentro de unos meses tras haber pasado 10 años en Nueva York. "Venden el edificio en el que vivo y no creo que pueda permitirme un alquiler mucho más alto. En Lincoln tendré que buscar un sitio donde vivir, pero seguro que es más barato que Brooklyn", me explicó con su sonrisa desdentada, no sé yo si por una vida en el wild side, como diría la canción de Lou Reed. Me habló de las dos bandas de punk rock, Mercy Rule y Liars, de las que fue batería. Viajes por Europa, un hijo que tuvo a los veintipoco años y recuerdos de varias novias se mezclaban por su amor a pintar y sus experiencias como músico. "It was killer!" (Era una pasada)



Y cómo no, cayó un cuadro, tal vez el último, porque no sé si me volveré a encontrar a Ron por casualidad.