Vaya con la caló en NY

martes, agosto 29, 2006

~El baúl de la Piquer~

Aquí me tenéis haciendo la maleta... o en un intento de... Nos vamos pasado mañana a Málaga... ¡qué ganas! Aunque, a decir verdad, a mí esto de los viajes me pone de muy mala leche, no sé porqué... hacer la maleta, no te cabe ná de ná, te has dejao la pasta de dientes en casa, chúpate metro un rato y peléate con la gente, haz cola en Seguridad, que para más inri volamos por Londres... con razón estaban los billetes tan baratos a finales de julio... ¡seguro que los capullos éstos lo tenían planeao! Vamos a dar por saco a la Carolain, que se ha comprado un billete. Ya lo dije yo allá por noviembre... www.carolalagafe.com... ¡una mina, señores! Vamos, que me compro un bono metro para ir por Cercedilla de la Sierra y seguro que a alguien se le ocurre intentar poner una bomba ahí.... No me quejaré, respiraré jondo e intentaré no fumarme una cajetilla antes de despegar... Pero sólo de pensar que aterrizo en Londres a las 6 de la mañana y que no puedo llevar pasta de dientes, vaya a ser que reviente el avión con mis piños... y no poder tomarme un café en condiciones... porque uno dirá lo que quiera de Londres, que si la reina, que si el té, que si los púu para tomarte una birra, pero el café, lo que es el café, muy bueno no lo hacen... que donde se ponga un Santa Cristina... Pues eso, llegamos a Londres a las 6 de la mañana y de ahí volamos a Málaga... a la playa y a La Baranda del tirón... seguro que tengo para contar peripecias aéreas... Mientras tanto, foto de Sam que se quiere venir a la España cañí también.

jueves, agosto 24, 2006

~El diván~

Nueva York me está empezando a rallar, y antes de perder la pinza del todo y salir en primera página de un periódico de poca tirada como "Traductora española en serie mata a 18 en un MacDonald's" (No le gustaba el fast food), he decidido poner cartas en el asunto. Como buen intento de neurótica neoyorkina la cosa empezó con la terapia yanky, o sea, tira de la tarjeta de crédito y regálate todo lo que se te antoje, porque al fin y al cabo una es una chica L'Oreal y yo lo valgo....

Como la terapia yanky no funcionó demasiado bien, más que nada porque llegaron unos pufos increibles, ya que nuestra neurótica estaba saliendo más cara que un hijo tonto, la cosa pasó a otro nivel: el del Self-help book, o libro de auto-ayuda que me regaló una buena amiga... La cosa fue de mal en peor... bueno, mejor para mí y peor para los que me rodean... Me empezó a gustar el libro, The Artist's Way, escrito por Julia Cameron, ex de Martin Scorsese. El libro está bien porque te enseña a ser egoista y a aprender a quererte un poquito. Su teoría es que todos somos artistas pero no lo desarrollamos y con su programa de 12 pasos (vamos, igualito que si fueses un alcohólico anónimo) la creatividad te va a salir a espuertas. Pero claro, para que te salga la creatividad tienes que estar bien contigo mismo y tu mecanismo, así que mucho tiempo contigo mismo rumiando porque tu creatividad está atascada. Lo de mi creatividad aún está por ver, pero mierda sí que me ha sacado el libro, porque me dirás si no va a salir mierda cuando te echas la culpa o ves que los demás no te apoyaron a ser mimo en un parque, que es lo que realmente quieres ser, en vez de un alto ejecutivo de Wall Street (que tampoco lo soy, que conste, pero creo que me quedo con lo de ser mimo, aunque mejor en el Retiro que en Central Park) y un attitude,como dirían estos gringos, que ni te cuento... vamos, que de un tiempo a esta parte no hay quien me tosa.

A lo que íbamos, tanta mierda sacó el libro, que no podía controlarla, así que ¿cuál es el siguiente paso de nuestra neurótica neoyorkina-malagueña? Pues hablar con una amiga que va y le recomienda a su terapeuta. Ni corta ni perezosa, se presenta en la consulta del buen hombre dispuesta a largar todo lo habido y por haber. Por ahora sólo han sido dos sesiones... ¡y qué cara que me está saliendo mi infancia, coño! Y eso que yo soy una tía muy tranquila y tuve una infancia cojonuda...

Está por ver si esto funciona o no porque el siguiente paso sería pasar por la cirujía estética y rehacerme toda como Antonia SanJuan en Todo sobre mi madre, y verás, como que me estoy quitando.... De todos modos, me voy a Málaga la semana que viene y ésa va a ser la mejor terapia... (¡de choque!)

martes, agosto 08, 2006

~Añoranza~

El otro día me entró la morriña y decidí alquilarme Martín (Hache). Hacía siglos que no la veía y recordaba que, a pesar de ser un poco deprimente, me encantó. Total que me la alquilé en el Netflix y me la tragué enterita en la butaca de mi casa, con mi cervecita....

No defraudó. Sigue tan buena y tan humana como la recordaba. Hay algunas películas que pierden con el paso del tiempo... Ésta, no. Me emocioné con Cecilia Roth y su dolor, con Hache y su búsqueda de sí mismo y de la aceptación de su padre... También me llegó al alma el mensaje final de Hache a su padre (el otro Martín) y a Dante, grabado en una cinta de vídeo, sobre los motivos por los que decide dejar Madrid:

“Me tengo que volver, no sé muy bien por qué, no sé qué es lo que me tira tanto, no sé qué es lo que extraño, no sé si extraño... Los techos... Puede ser los techos, los techos de las casas. Son muy feos, cuadrados, blancos, con tanques de agua puestos como de boleo, como que a la gente no le da bola, como que la gente los desprecia, como si los tejados no fueran parte de la casa. En Madrid los techos son hermosos, hay tejas, hay chimeneas, hay colores, no se puede comparar. Pero ves, extraño los techos de Buenos Aires, es una boludez pero me pasa”.

Creo que aún no me tengo que volver, sin embargo extraño mucho, muchísimo, el olor de sal y el graznido de las gaviotas.

sábado, agosto 05, 2006

~Ojos que no ven...~

Ayer me pasó algo interesante en el V, un auténtico New York moment. Resulta que iba de camino al trabajo. Serían las 8.45 y, para no variar, estaba aún medio dormida, sin saber muy bien hacia donde van mi vida o el metro, sólo espero que me lleven a mi destino. En la 23 se montó un señor ciego, con su bastoncito blanco y sus gafas oscuras. Se monta, nadie le ayuda y se dirige hacia donde estoy sentada, por lo que me levanto y le pregunto:

-Would you like to sit down?
-Yes, please.

Total que lo siento a mi lado, porque hay un asiento vacío, y el buen hombre se me gira y me pregunta:

-¿De dónde tu ere?

Me quedo un poco cortada y le digo que soy de España... ¡pa qué! Que que fino hablas, me encanta como hablas español (¿fino?¿yoooooo?). De España, me encanta España, yo soy de Puerto Rico, y qué fino hablas (y dale, con que hablo fino...). Pero lo mejor es que el buen hombre empieza a pasarme revista... A ver ¿de qué color tienes el pelo? Oscuro, ¿y los ojos? Oscuros, también. Vamos, como que hubiese importado mucho que le dijese que era rubia nórdica y que mido metro-ochenta o que soy bajita y regordeta a la Sancho Panza... tampoco se iba a enterar mucho el buen hombre y tampoco es que esto fuese el final de Casablanca y yo le fuese a decir al final de mi trayecto "Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship." Pero nada, el hombre seguía empeñado (y sólo vamos por la 34, no veas cómo le cunde el tiempo a este hombre en una parada, y me quedan 3 paradas más...) en ver si podía ligar conmigo (y eso que lo primero que me preguntó es que si estaba casada, y yo le dije que sí). Al buen hombre, además no le importó que estuviese casada, me pasó su tarjeta y me pidió que le llamara cuando tu marido no esté delante.

La verdad es que es alucinante cómo es alguna peña... En ciero modo, me da pena porque te muestra la soledad que pasan algunas criaturas en este planeta, y me imagino que al buen hombre se le animaría el día, pero por otro lado ¡qué morro y qué plomo de tío! Y es que creo que tengo un don para que se me peguen todos los destroyers del planeta...

martes, agosto 01, 2006

~1.- Gastronomía: ¿Realmente se come tan mal? ~

Esa fue la primera pregunta que le mandó Samuel a Manuel, y que en seguida nos dedicamos a contestar que tan mal no comemos en Nueva York. Al contrario, comemos estupendamente (no me voy a volver a referir a mis famosos michelines... prueba evidente de que hambre una no pasa). El domingo después de nuestro rodaje en el Central Park, nos trajimos a nuestros sevillanos a Brooklyn Heights para que viesen las maravillosas vistas de Manhattan.
Como estábamos toos esmayaos, pues a Manuel se le ocurrió llevarnos a Teresa's, un polaco en Brooklyn Heights que no estaba nada mal, (y además a buen precio, oiga). Nada, que allá que fuimos y nos jincamos unos pierogis, Manuel, Pedro y yo (Manuel no quería compartirlos conmigo..., como eres); unos spaghetti, Pedro y Samuel se cargó un bocata que levantaban a un muerto. Después nos fuimos al Promenade a sacarle unas cuantas fotos a Manuel y hacerle la vida imposible a una saboría que estaba sentada en un banco, mientras leía una revista de IT (¿pero se puede divertir una un domingo por la tarde leyendo sobre cómo solucionar problemas de tecnología?) y nos miraba con cara de asco porque, sin duda, nos lo estábamos pasando mejor que ella.

Chicos, la próxima vez que vengáis a Nueva York, pero de cachondeo, no de trabajo, Manuel y yo os vamos a hacer un recorrido por los mejores sitios para comer por aquí... Eso sí, queremos una ronda de muy buenas tapas y vinitos en Sevilla cuando vayamos a nuestra Andalucía del alma.