Vaya con la caló en NY

sábado, noviembre 29, 2008

~Black Friday~

El viernes después de Thanksgiving es lo que se conoce como Black Friday, día en el que masas enardecidas de gente (los hay que hacen cola desde el día anterior) se aglomeran en las puertas de los centros comerciales a esperar el pistoletazo de salida para las rebajas del día de después de Thanksgiving, y que son las inician la temporada de compras de Navidades. La verdad es que no entiendo como se puede tener cuerpo para ir de compras con el resacón de la cena de la noche anterior y el jartón de comer que se pega uno con tanto pavo.

Hace 17 años, se creó, como contrapunto a esta locura consumista, el Buy Nothing Day, día en el que no se compra nada como protesta. Lo triste, y pasó ayer en Long Island, es que parece ser que a veces el consumismo tiene más importancia que la vida misma. Ayer por la mañana, un trabajador temporal de un Walmart en Long Island, Jdimytai Damour, murió aplastado por las masas de compradores al abrir el local a las 5 de la mañana. Lo más fuerte de todo esto es que cuando Walmart decidió cerrar el local por la muerte de dicho empleado, la gente que estaba de compras empezó a protestar que porqué iban a cerrar, que si llevaban no sé cuántas horas de cola y seguían comprando como si la cosa no fuese con ellos, hasta que lograron echarlos, cerrar el local y volver a reabrirlo.

Me parece un poco fuerte y bastante triste que una pantalla de plasma o un pijama de franela tengan más importancia que la vida de un ser humano. Da que pensar.

viernes, noviembre 28, 2008

~Échale guindas al pavo~

Como ya sabréis, ayer fue Thanksgiving, o día de acción de gracias, una fiesta que es casi casi como la cena de Nochebuena en Málaga. Las familias se reúnen a cenar en lo que al principio era una cena para dar las gracias por la cosecha. Esta tradición data de 1621 cuando los peregrinos y colonos de Plymouth celebraron con los indios de la tribu Wampanoag la cosecha de ese año.

Los americanos se toman muy en serio esta fiesta, que se celebra cada año el último jueves de noviembre. Es más, desde 1947, se le presenta un pavo de Thanksgiving al presidente de los Estados Unidos. Ahora es tradición, que hasta lo retrasmiten en la tele, que el presidente le perdone la vida a un pavo cada año. Vamos, que para los pavos americanos es como si fuese Miércoles Santo para uno de ellos y que lo eligiese Nuestro Padre Jesús "El Rico". Cuando lo vi por la tele, flipé en colores. La verdad es que estos americanos no dejan de sorprenderme.

Anoche celebramos Thanksgiving en plan tranqui, con unos cuantos amigos (un británico; una francesa; un italiano; yo, la malagueña, y David... el único americano en la mesa). A David le encanta cocinar, así que compró un pavo de 7 kilos (obviamente ha sobrado un montón y estoy aquí viendo las diferentes posibilidades de reciclaje de pavo que no sea el manío turkey sandwich que se hace esta gente. Por lo pronto estoy pensando en croquetas de pavo. Se aceptan sugerencias...) y le hizo un relleno a base de pimientos,piñones, pasas, miga de pan tostada con parmesano y huevo, y nada, a meter al bicho ése con el relleno 4 horas en el horno.


El menú, aparte del pavo, consistió en lo siguiente (y luego una se pregunta que por qué no le está bien la ropa...): de tapeo, unos rollitos de queso fresco de cabra, al que se le pone un poquito de ajo muy picadito, un poco de compota de higos, unas gotas de limón, un poquito de pimienta negra molida que se envuelven en prosciutto (mejor jamón serrano (no lo encontramos), pero que no sea muy seco).

Plato principal, el susodicho pavo con el relleno y que iba con gravy y con una salsa hecha a base de arándanos rojos con un poco de cáscara de naranja, azúcar morena y blanca, clavo, pimienta de Jamaica y canela en rama, todo ello cocido en vino tinto del tipo Zinfandel y con los siguientes acompañantes:

-Puré de boniato con pimentón (en casa, utilizamos Pimentón El Ángel, que lo encontramos en una de las tiendas del barrio) con mantequilla con jarabe de arce y pimienta de Jamaica. Muy facilito de hacer, para los que sean cocinitas: se meten los boniatos en el horno (junto con el pavo) y se sacan cuando estén hechos. Se machacan con un tenedor y se les añade el pimentón. Aparte se prepara una mezcla de mantequilla blandita con jarabe de arce y la pimienta de Jamaica. Se mete la mantequilla en la nevera y se sirve junto al puré de boniato calentito.

-Guisantes con un poquito de mantequilla.

-Southern mashed potatoes, el puré de patatas más exagerao que he comido en mi vida (y me imagino que del peor tipo tanto para el cuerpo serrano como para las arterias de una). Paso receta familiar que le dio un amigo de Georgia a David: es un puré de patatas de toda la vida, pero en vez de cocer las patatas en agua con sal, se cuecen en leche (a fuego lento para que la leche no se pegue). Una vez las patatas estén blanditas, se cuela la leche y se le añaden a las patatas mantequilla y queso Philadephia (¡y que no haya miseria!), sal y pimienta y luego se pasa todo por la minipimer. Ya sé que igual suena raro, pero el puré está como la fabada de la abuela del anuncio... ¡de muerte! (Sólo que me imagino más a una abuela sureña negra haciendo este plato que a una abuela asturiana).

Si a esto le añadimos que la cena iba regada de buen vino, os podéis imaginar la especie de modorra que nos entró a todos después de esta jartá de comer...

Ahí van otras pocas fotos de la cena de anoche:


El peaso de pavo en el horno. ¡Qué pinta!


El pavo en la mesa


Platazo que nos cargamos todos los comensales... (algunos hasta repitieron).

Y ahora a pegarle bocao a las sobras con biscuits, otro plato típico de estas fechas.

¡Mañana al gimnasio del tirón!

jueves, noviembre 27, 2008

~Thanksgiving~

Esta mañana me he levantado tarde, ya que hoy es fiesta aquí, Thanksgiving, o día de acción de gracias, por lo que mega-puente hasta el lunes y a comer pavo todo el fin de semana. Pues nada, que me levanto tarde, me pongo mi café y miro mis correos, cuando, para mi sorpresa, veo que hay uno titulado I Premios SUR.es (mejor espacio personal o blog) y que me lo habían mandado a mi carpeta de Spam. Como me pica la curiosidad (y no tiene pinta de ser un correo solicitándome el número de mi cuenta bancaria para que me deposite fondos el abogado de algún misterioso e inexistente pariente asesinado en Nigeria), lo abro y flipo cuando leo que el espacio en el que comparto mi día a día (o semana a semana, según la inspiración y/o el tiempo que tenga) con mi gente de Málaga ha sido seleccionado como candidato a finalista de los I Premios SUR.es a las mejores iniciativas de Málaga en Internet, bajo la sección de mejor espacio personal o blog.

La verdad es que no tenía ni idea de que se hubiesen convocado estos premios (lo cual dice bastante de mi ya famoso despiste), así que lo primero darle las gracias a la misteriosa persona que decidió inscribir "Un trocito del Palo en Brooklyn" a este certamen, y ya que estamos dando las gracias (parece ser el día apropiado para ello, al menos aquí), daros las gracias a tod@s los que compartís conmigo el día a día de una paleña despistada en Brooklyn. Con vuestros comentarios hacéis que Málaga no quede tan lejos y espero que con los míos, Nueva York os quede más cerca. Y darle las gracias a nuestro Diario Sur por una iniciativa tan estupenda, en la cual los malagueños que andamos desperdigados por el mundo no nos sintamos tan lejos.

Un honor (y un poquillo de fatiga) compartir cartel con otras 14 webs muy guapas y muy curradas. Si tenéis tiempo, echadles un vistazo porque son todas muy buenas. Además estoy en la misma categoría que la web de mi Palo del alma. Lo dicho, un gran honor.

Y ahora, a ayudar a preparar el pavo (aunque David lo ha hecho casi todo), que por cierto, huele a gloria... Sí, yo no soy tan apañá en la cocina como Alicia, así que también debiera de darle las gracias a David por preparar la cena.

domingo, noviembre 23, 2008

~Lebowski Fest~

Tras el buen concierto del viernes pasado, el sábado tocaba algo más kitsch. El evento del año... Teníamos entradas para ir a Lebowski Fest, que se celebraba este año en Irving Plaza (la proyección de la película) y en Lucky Strikes (la parte de la bolera, a la que no fuimos y de la que podeis ver fotos en Gothamist ). Sí, admito que soy una friki y que me encanta la película de los hermanos Coen, The Big Lebowski. La he visto no sé cuántas veces y cada vez que la pongo me hace reir... Hace 2 años tuvieron otro Lebowski Fest en Williamsburg y allá que nos fuimos. Nos lo pasamos fenomenal y era increíble ver a tanta gente tan distinta a la que le entusiasma las aventuras y desventuras de Jeffrey Lebowski (The Dude en inglés o "El Nota", en la versión española).

Así que empezamos la tarde en casa con unos cuantos amigos que se venían con nosotros al Lobowski Fest bebiendo white Russians para animar la velada y meternos en situación, como si fuésemos parte de la película. Pusimos un ratillo la peli porque una de nuestras amigas que venía con nosotros no la había visto y no era plan plantarla en un festival en el que todo el mundo se sabe el guión de memoria y lo recita mientras bebe white Russians o que va disfrazado como los personajes de la película. Así que nos salimos de casa con una sonrisa, camino del metro.

Total, que nos cogimos el metro para ir Manhattan y cuando entramos en Irving Plaza, la fiesta ya había empezado con un grupo que tocaba versiones de Creedence Clearwater Revival. La sala estaba a tope de gente disfrazada de los personajes de la película y bebiendo cervezas y white Russians. Todo tipo de disfraces: desde un hombre en silla de ruedas disfrazado del Sr. Lebowski; a varios disfrazados de Jackie Treehorn, el director porno de Malibu; a Walter, el compañero de bolera de The Dude; hasta los disfraces más crípticos: una chica que llevaba atada una taza a la frente... ¿De qué va disfrazada ésa? hasta que caímos en que iba disfrazada de la escena en que The Dude acaba en el cuartelillo de la policía de Malibu, tras la borrachera de la casa de Jackie Treehorn y el jefe de policía le tira una taza y le echa de su "pacífica comunidad playera".

Cuando llegamos, Paul Green, el fundador del School of Rock se subió al escenario disfrazado como el casero de The Dude, vestido con una malla y unas hojitas, interpretando el baile de los "ciclos", mientras la gente gritaba y le aplaudían como locos.

Después de la estupenda interpretación del sr. Green, un ratito de descanso, de música y de vídeo-proyecciones. La verdad es que debo ser bastante torpe porque con lo de las vídeo-proyecciones y lo del vídeo-arte no me entero mucho (y eso que tengo amigos que se dedican a eso), pero las que pusieron en Irving Plaza no estaban nada mal. Al menos pegaban con la música que ponían.

Al rato, a eso de las 10, el grupo por el que habíamos venido (aparte de la película): Tragedy. Es un grupo toca las canciones de los Bee Gees en versión heavy metal. Uno no se puede imaginar que las canciones de los Bee Gees vayan a sonar bien en versión heavy, pero no sé cómo lo hacen los de Tragedy, que funciona y creo que parte del éxito es que son buenísimos en directo y sus conciertos son muy divertidos. La primera vez que los vimos en concierto fue en el Lebowski Fest de hace 2 años. Por aquel entonces se llamaban Hair Supply y eran la versión metal de Air Supply. Nos lo pasamos bomba y pegamos botes como locos, así que cuando supimos que venían a Lebowski Fest, un motivo más para ir. Es más, tenemos amigos que los vieron por primera vez en aquel Lebowski fest y han ido a sus conciertos.

Ahí va un poquito del concierto para que veáis el ambientazo. (A ver si me aclaro y me entero de cómo se cuelgan vídeos aquí... mientras tanto... enlace a youtube)

Tras el concierto, a las 11, empezó la proyección de la película. La gente se sentó en el suelo, y nada, a ver la peli mientras recitaban el guión. Creo que fue una manera muy divertida de pasar un sábado noche.

domingo, noviembre 16, 2008

~Reuben Wilson~

Viernes noche después de una semana muy larga de trabajo. Un día frío de noviembre, lluvioso y gris, de ésos que te apetece sentarte a ver una peli con un ColaCao calentito y la mesa-camilla. David me llama y me dice que hay un concierto buenísimo en reBar, el bar-restaurante que está justo debajo de su oficina (es que los hay que abren su oficina en lugares estratégicamente ubicados). La verdad es que no me apetecía mucho ir hasta Dumbo, aunque me pillae de camino a casa, pero David me dijo que el hombre que tocaba, Reuben Wilson, era un gran músico y que me iba a encantar su música. También me dijo que los músicos que tocaban con él eran músicos que han tocado en grupos que me encantan: Antibalas y Sharon Jones and the Dap-Kings, entre otros, y encima ¡gratis! Vamos, que no hay ni que pensárselo 2 veces, ¿no?

Se suponía que el concierto empezaba a las 9. Como siempre, llegué tarde, pero los músicos no empezaron a tocar hasta pasadas las 9.30, así que bien, me senté con David y unos amigos en la barra, pedimos algo de comer y beber y esperamos a que saliesen a tocar. El concierto fue una pasada, y el bar se llenó de gente (me sorprendió que no estuviese lleno cuando llegué, porque normalmente reBar está hasta la bandera los jueves y los viernes por la noche) que se movían al ritmo de soul-jazz y de funk del órgano de Reuben Wilson, el saxo de Cochemea Gastelum, la guitarra de Al Street, la batería de Eric Kalb y las congas de Yoshi Takemasa.

David me decía que le daba pena que la gente no tuviese ni idea de quién estaba tocando para nosotros, y encima gratis... Pues yo era una de ellos, porque me encantaba la música pero no tenía ni idea de quién era el buen hombre que tocaba el órgano y al que David veneraba. David me explicó que era un mito de los años 60 y 70 y que había tocado con gente de la talla de Miles Davis y que había grabado discos on Blue Note. La verdad es que Nueva York siempre te sorprende con detalles como éste. La música era increíble y Reuben Wilson, a pesar de tener 73 años, tocaba con la misma intensidad que los muchachos que le acompañaban. Tocaron durante hora y media larga, que se nos hizo muy cortita a todos los que estábamos allí.

Al salir de reBar y mientras esperábamos para coger un taxi (ya que nuestro F del alma es bastante poco fiable los fines de semana por la noche y encima ya si es tarde, ni os cuento), me doy cuenta de que Reuben Wilson está justo delante de mí, guardando cosas en el maletero de su coche. Así que, ni corta ni perezosa, me acerco a él a darle las gracias por haber compartido con nosotros su música. Es un hombre muy agradable y estuvo charlando un rato con David y conmigo sobre su música y sus próximas actuaciones. Creo que no me las pierdo.

David grabó un poquito del concierto. Si queréis disfrutar de un poquito de buena música, lo podéis oir y ver aquí. Merece la pena.

martes, noviembre 11, 2008

~Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del...~

Según weather.com, hoy hace 7°, aunque dice que se sienten más como 4°. Yo los siento como mucho menos. Siempre me ha hecho gracia el dicho del grajo y los gorriones y pienso que es bastante apropiado para describir el trayecto del metro a casa, y eso que no podemos quejarnos, que haga este tiempo a esta altura del año, es que el calentamiento global del que hablaba Al Gore en su documental, está haciendo efecto.

Se ve que en mi barrio, alguien ha sentido pena por el hombrecillo del semáforo, y ha decidido abrigarlo un poco. Eso sí, abrigadito y apoyando a Obama.


lunes, noviembre 10, 2008

~Abistro~

El sábado pasado nuestros vecinos nos preguntaron si queríamos salir con ellos y unos amigos a cenar a uno de sus restaurantes favoritos en Fort Greene, uno de los barrios más eclécticos de Brooklyn. La verdad es que no conozco bien el barrio, hemos estado algunas veces paseando ya que tiene una arquitectura preciosa, con calles amplias con brownstones a ambos lados, y muchísimos restaurantes de todo tipo de cocina.

El restaurante se llama Abistro y es un restaurante en el que el chef es senegalés y la comida es una fusión de platos franceses, como el steak frites (nuestro filete con papas) o los moules frites (mejillones en salsa de vino blanco con patatas fritas), junto con platos senegaleses, como pollos frito senegalés, que viene con una "tarta" de arroz de jazmín con piña o la trucha de lago al estilo Dakkar, con una salsa de coco y cacahuete, con un puré de patatas buenísimo (no creo que pueda describir a lo que sabía) o los plantain gnocchi, unas bolitas que son como albóndigas de plátano macho (no lo probé nunca en Málaga) con una salsa que quitaba el sentío.

El local es pequeñito y está de bote en bote. Al tener la cocina descubierta es casi como si comieses en el comedor de casa de alguien y el sábado por la noche había cola y seguía entrando gente hasta media hora antes de cerrar. Al ser BYOB (bring your own booze, es decir que no tienen licencia para vender bebidas alcohólicas, pero los clientes pueden llevar sus propias botellas), hace que la cena no salga tan cara, pero tampoco puedo decir que fuese muy barata. Lo que estaba pa reventá era el postre, un pudding de pan con especias (casi como un bizcocho borracho) y helado de vainilla que me han hecho plantearme el volver a ir sólo para comerlo.


Al ser la primera vez que he comido comida senegalesa, puedo decir que tengo ganas de probar más porque usan unas combinaciones de frutas y verduras y unas especias que no he probado antes. Locales como éste son los que le dan a Nueva York su fama de ciudad cosmopolita, una ciudad que está abierta a cualquier sabor de cualquier parte del mundo. Sólo hay que saber encontrarlos y disfrutarlos.

Abistro
154 Carlton Avenue
Brooklyn, NY 11205
Tel: (718) 855-9455

martes, noviembre 04, 2008

~Elecciones~

Esta mañana nos hemos levantado como siempre, a eso de las 7, con la radio, pero esta vez la noticia principal es que había unas colas larguísimas en los colegios electorales de la costa este, que abrían a las 6 de la mañana. Hoy es un día que puede cambiar la historia y no la sólo de Estados Unidos.


Como aún no puedo votar en este país (todavía no me he nacionalizado), acompañé a David a su colegio para que fuese a votar. Pensábamos que iba a haver cola, pero no, así que me cogí mi metro para irme al curre. La sorpresa se la llevaría David cuando entró en el colgio y la cola estaba dentro. Al final, David se tiró una hora y media hasta que pudo votar y le comentaron que a las 5.45am ya había cola de gente esperando a que abriesen las puertas. Para ver más fotos de nuestro colegio y sus comentarios sobre la jornada electoral (en inglés), podéis ver su blog.


Esta noche en todas partes se estaban proyectando los sondeos y los resultados que van saliendo poco a poco. En Rockefeller Center había pantallas gigantes a ambos lados. Más abajo, en la 6 Avenue y en la 48, en el edificio que alberga a la cadena de televisión Fox, había también pantallas gigantes y rayos láser que casi te hacía pensar que habían movido Times Square unas pocas manzanas hacia el este.

En el barrio acabamos en el bar de la esquina, Abilene, con un montón de amigos. El bar estaba hasta arriba y la gente no paraba de comentar y de aplaudir cuando los sondeos indicaban que Obama había ganado otro estado (no veas la que se lió cuando salió como vencedor del famoso Ohio).



Yo no me he quedado hasta el final, porque quería venir a casa y contaroslo lo más en directo posible... ¡Me acaba de llamar David para decirme que McCain ha admitido su derrota! Desde luego que éste es un momento histórico. Desde casa puedo oir los gritos de la gente y las bocinas de los coches que anuncian el triunfo de Obama. Change can happen.

lunes, noviembre 03, 2008

~Donde va, triunfa...~

Domingo por la tarde y David y yo vamos a Trader Joe's ¿y qué es lo que veo en una estantería? ¡Nuestra San Miguel!


Ayer íbamos de bulla, pero el fin de semana que viene, ya sé yo quien se va a tomar una San Miguel fresquita.

domingo, noviembre 02, 2008

~Un paseo por St. Mark's Place~

Ayer aprovechamos que hacía bueno para darnos una vuelta y hacer unos recados que teníamos que hacer en Manhattan. Normalmente, David y yo evitamos ir a Manhattan los fines de semana porque nos gusta quedarnos en el barrio perreando y porque nuestro metro (el F) suele andar bastante descontrolado los fines de semana y volver a casa dspués de un día pateándote la ciudad puede ser un poco caótico. El trayecto en metro a Manhattan fue bastante interesante. Lo primero que vimos en la parada de Bergen Street, es que aparte de las ratas gigantes que viven en el sistema subterráneo de esta ciudad, parece ser que con la llegada del invierno, las palomas también buscan refugio en las estaciones de metro, como podréis ver en esta foto:


Teníamos planeado bajarnos el la 14 (unas 8 paradas). De repente el metro se empezó a llenar de gente y para colmo nos tocó el loco de turno, de los que van pegando voces en el metro manteniendo conversaciones consigo mismo. En este caso, era un señora pequeñita que andaba bastante mosqueada, no sabemos muy bien porqué o contra quién. A David lo de tener que hacerse 8 paradas con esa señora, con resaca de la noche anterior y mal desayunao, no le hacía mucho plan, así que nos bajamos en 2nd Avenue (sólo aguantamos 4 paradas) y decidimos ir a nuestro destino dándonos un paseo por el East Village, la cuna del movimiento punk en NY, el lugar por el que se paseaban The Ramones y donde Andy Warhol abrió The Dom, un antiguo club polaco.

St. Mark's Place, en la manzana entre 2 y 3 Avenues, ha dejado de ser el sitio punk de antaño para convertirse en una mezcla de mini Tokyo y lugar en el que quedan los estudiantes de NYU, en el que conviven restaurantes japoneses de ramen y de sushi, tiendas de gafas de sol de a $7.00 el par, tiendas de souvenirs de la época punk de Nueva York y este local que lleva un par de años y que me recuerda a Tokyo un montón. Si en Málaga tenemos máquinas que te dan tabaco (y el cambio a la vez que te dan las gracias) o que te venden latas de Coca-Cola; en Tokyo tienen máquinas que te venden café en lata (frío o caliente), máquinas que venden alcohol, máquinas que te venden chucherías... El remate es este, no sé si llamarlo restaurante o qué, local, BAMN! automat, que vende comida basura amparado en la más pura estética nipona, como podréis ver en las fotos.


Eliges que es lo que quieres, metes las moneditas y te sale el pedido en una bandejita.


Vamos, que no me diréis que no es cuestión de marketing... Porque no me tomaría una hamburguesa recalentada en la vida (¿os imagináis si nos intentaran vender unas albóndigas o unas croquetas recalentadas?), pero puestos en ese escaparate todo rosa... igual hasta me entra la curiosidad. (Al final no probé la hamburguesa de Wymoning con queso y bacon, me pudo más el miedo al colesterol que la curiosidad).