Vaya con la caló en NY

jueves, octubre 30, 2008

~Halloween~

No sé si es la recesión o que los habitantes orginales de Carroll Gardens han vendido sus casas y se han ido a Jersey o a Staten Island, pero la decoración de los jardines por Halloween ya no es lo que era. Recuerdo una casa tras otra con luces que casi parecían El Corte Inglés por Navidad. Algunas te daban un poquillo de repelús y otras te hacían reir por la ocurrencia de poner cosas que no pegaban nada con la decoración, que empezaba en Halloween y no terminaba hasta Año Nuevo. Porque vamos, me diréis lo que pega un ciervo de plástico en medio de una panda de zombies y que sigue en su estoico papel en lugar del buey del portal de Belén. Y es que si lo tenemos, hay que aprovecharlo.

Este año los jardines apenas están decorados, al menos en mi barrio. Y ya os digo, no sé si porque el barrio está cambiando o porque sale caro tener tanto cachivache iluminado 3 meses. El más gracioso que encontré fue éste.


¡Happy Halloween! (Si nos ponemos a pensarlo, la situación económica aquí sí que es lo que da susto)

sábado, octubre 25, 2008

~La calefacción~

Llega la fresquita, para esta semana que viene se prevee una alta de 17° y una baja de 3°. Como todos los años, ya empiezan los ruidos de la calefacción de mi edificio, que es como si tuvieses los tambores de Semana Santa en casa, pero en versión metálica.

Vivimos en un edificio antiguo, de ésos con personalidad, de principios del siglo XX. Es un edificio de ladrillo, con suelos de madera, sin ascensor (con unas escaleritas bastante empinadas. Menos mal que vivimos en el 3°, que para nosotros en Málaga es el 2°) y lo bueno que tiene, por lo menos aquí en Nueva York, que en seguida se nota la falta de espacio, es el sótano, que lo tenemos compartido todos los vecinos para guardar todos los trastos y cachivaches que no queremos tener en casa. Aparte de eso no tenemos nada más como en otros edifcios que tienen lavadoras y secadoras en el edificio o piscina, o portero las 24 horas.

Como parte de ese encanto está el sistema de calefacción que es a base de tuberías colocadas estratégicamente en el piso y radiadores de agua y que van con gasolina, por lo que los inviernos nos están saliendo cada vez más caros. Cada otoño, cuando el sistema de calefacción empieza a calentar motores se escucha un clack clack clack clack por las tuberías y al ratito notas el calorcito que sale del radiador, del que os pego foto para que veais lo antiguo que es (y lo que tiene que pesar). Los antiguos dueños del piso, quitaron uno que había en la cocina porque realmente se pasa calor con este sistema de calefacción (las tuberías ésas pegan un calor) y lo habían dejado en un armario haciendo bulto. Mi idea inicial era reciclarlo y convertirlo en una mesita para el café, pero David se opuso a la idea de mueble hippy-reciclado, así que lo vendimos y tuvieron que venir 2 muchachos a bajarlo por las escaleras porque son kilos y kilos de hierro.

Con respecto a los sistemas de viviendas en Nueva York, existen las casas particulares en la que tú (o el banco, según como se vea) eres el único propietario y luego están los edificios de apartamentos (que en muchos casos pueden ser brownstones que eran unifamiliares convertidos en apartamentos), que pueden ser Co-Op (de cooperative) o Condo (de condominium).

A grandes rasgos, el condo es como un edificio de apartamentos en Málaga. Eres el dueño de tu apartamento, pagas tu comunidad y pagas tus impuestos sobre la propiedad. En el co-op, el piso es tuyo, pero no lo es: sí, te estás pagando la hipoteca tú, pero has adquirido "acciones" del edificio, por lo que el apartamento no es totalmente tuyo. Como en el condo, pagas tu comunidad y a través de ella, los administradores del edificio te pagan tu impuesto sobre la propiedad.

El tema del co-op es que tienes que pedir permiso para todo (aunque también hay condos un poquito especiales). Que quieres alquilar tu piso, según qué co-ops (todos tienen su propia normativa), tienes que haber vivido un determinado tiempo en el edificio antes de poder alquilar tu piso, puedes tener que pagar un extra si alquilas tu piso más de un determinado número de años, y hay casos en los que se entrevistan a los posibles inquilinos; que quieres hacer obras en la cocina de tu piso, pues lo mismo, tienes que pedirle permiso a la comunidad de vecinos (el board) y ellos te dan permiso o no (imaginaos poder opinar de lo hortera que es la cocina que se quiere poner la vecina del 5° izquierda). Incluso cuando compras el piso, aparte de presentar mogollón de documentación financiera para demostrar que eres solvente y que no les vas a dejar un pufo, te piden cartas de referencia de colegas del trabajo, de amigos (que digan que eres un tío estupendo de ésos que no escucha la tele muy alta por la noche y que ayudas a ancianitas desvalidas a cruzar los pasos de peatones, sí, como esos que hay en la carreterilla de la playa, que los coches van embalaos y matarían a todas las viejecillas que se atreviesen a cruzar si uno no estuviera a su lado para defenderlas), y claro, por supuesto, carta de referencia de tu casero (con el que probablemente no te lleves tan bien como debieras, porque te quejas mucho de tó y alguna vez se te ha pasado el día de pagar el alquiler o has puestos muchos posters en la pared del dormitorio) que diga que pagas el alquiler a tiempo y que eres un inquilino maravilloso. Una vez presentas los papeles al board, los estudian y deciden si te quieren en el edificio o no, y luego te hacen una entrevista en persona, porque, claro, no es lo mismo en papel que ver en persona de qué pie cojeas. Vamos, igual que si fueses a pedir un trabajo en la NASA. Porque me diréis a mí, para qué sirve que te entrevisten tus vecinos, si al final, con la cantidad de horas que se curra en esta ciudad, te vas a pasar más tiempo en el curre que en tu keli, y en muchos caso, sobre todo cuando el co-op es grande, no tienes ni idea de quiénes son tus vecinos. Vamos, que es casi casi como la escena de la entrevista de compañero de piso de L'Auberge espagnole, sólo que esta vez no tienes que compartir con ellos ni la nevera ni el baño.

martes, octubre 21, 2008

~Brooklyn en El Mundo~

El otro día me pasaron un artículo de El Mundo que se explicaba que para conocer Nueva York, ya no sólo basta con ir a Manhattan: hay que cruzar el puente y venirse a Brooklyn. Este artículo, que me hizo bastante ilusión leer, habla de algunos barrios, los más conocidos, de Brooklyn: Williamsburg, la meca hipster en la que los más modernos y modernas se pasean con vaqueros híper pegados, calentadores de los años 80 y gafas gruesas de pasta; Park Slope, que se considera como el Upper West Side de Brooklyn, con sus brownstones y sus calles amplias que te llevan a Prospect Park, el corazón verde de Brooklyn; también habla de Brooklyn Heights, Dumbo y de Coney Island.

La verdad es que el artículo me pareció que estaba muy bien y que está bastante completo. Incluso recomiendan uno de nuestros restaurantes favoritos de Park Slope, Al Di Là. Me veo esperando para pillar mesa con los españoles que se atrevan a cruzar el puente de Brooklyn.

domingo, octubre 19, 2008

~Congee Village~

Anoche nos invitaron a una fiesta de cumpleaños que se celebraba en Congee Village, un restaurante chino especializado en, como su nombre indica, congee (粥), que es un plato preparado a base de arroz, casi como unas gachas de arroz en blanco, al que se le añade carne, verduras o pescado. Congee Village está en esa tierra de nadie que es la frontera entre Chinatown y el Lower East Side.

Ya habíamos estado en este restaurante, donde se come muy bien y además es uno de los restaurantes chinos que mejor montado lo tienen, no es uno de esos antros de Chinatown en los que una hace de tripas corazón y va por la comida (y el precio) más que por el decorado.

Nos sorprendió que al llegar estuviese a tope, no sólo de chinos (lo cual es siempre buena señal) si no de todo tipo de personas. Nada más entrar, el bar está a la derecha (petaíto de gente esperando) y subes por unas escaleritas al salón donde tienen todas las mesas. Nuestros amigos estaban abajo, donde tienen salas privadas para cenar y ¡cantar karaoke!

Las salas son tan kitsch que hasta tienen su gracia. En un lado de la sala está la mesa, redonda porque es símbolo de estabilidad y con su mantel y servilletas rojos, el color de la felicidad. Justo detrás, la pantalla para el karaoke. En el otro lado de la habitación, la zona lounge: un sofá, sillas y una mesita (todo ello un poquito rococó) bajo una cristalera de colores, que cuando se apaga la luz ilumina la habitación que está tapizada con telas de flores y con espejos por todas partes. Lo que no quita que la comida fuese estupenda, como siempre.

Lo mejor era elegir las canciones ya que más de la mitad eran canciones chinas... ¡en mandarín! y ninguno de nosotros lo habla. Y bueno, los vídeos que iban con las canciones eran la repera: los de las canciones chinas eran historias de amor melodráticas (asumimos, porque claro, no entendíamos la letra) y las americanas parecían casi vídeo arte de los años 80: coreografías súper exageradas y bueno, del vestuario ni os cuento... Ahí va una foto de una de las canciones.



Congee Village
100 Allen Street
New York, NY 10002

Tel: (212) 941-1818

lunes, octubre 13, 2008

~Baby Shower~

Me imagino que ando por esa edad en la que de repente la mayoría de nuestros amigos deciden dejar de hacer el cafre y empiezan a plantearse las responsabilidades de formar su propia familia. Sin ir más lejos, del grupo de amigos que tenemos, hay 5 de ellos que en este año o han tenido niños o los van a tener.

Los americanos para este tipo de cosas son muy prácticos y tienen fiestas para todos los eventos importantes en la vida de uno. Vamos a ver, que te mudas de piso, pues entonces tienes una housewarming party, vamos, que organizas un sarao en tu casa nueva y la gente a la que invitas te trae cositas (una útiles y otras totalmente inútiles) para tu nuevo hogar. Anteriormente este tipo de fiestas era para cuando te comprabas una casa, pero ahora, hay gente que las lía incluso cuando se mudan de apartamento, algo bastante frecuente en NY, aunque tienen que ser bastante pesado andar mudándote de apartamento con tanto cachivache, y lo digo por experiencia, que en mis tres primeros años aquí, me mudé 6 veces y menos mal que iba casi con lo puesto.

Si te vas a casar, aparte de la famosa despedida de soltera (bachelorette party), la novia tiene lo que se llama una bridal shower, una fiesta, generalmente organizada por las damas de honor, en la que se reúnen las amigas y las parientes de la novia a tomar algo y en la que se dan regalos a la novia. Se reúnen para comer y al final de la comida sientan a la novia en el centro de la habitación y le hacen ir abriendo todos los regalos (que suelen ser cositas para la casa o ropa interior sexy) y mostrarlos a todo el mundo. También le hacen un gorro con las cintas de los paquetes de los regalos (no entiendo muy bien porqué) y tiene al lado a una de las amigas que le va apuntando quién ha dado qué regalo para que luego la novia pueda enviar las Thank You notes correspondientes. Algunas tienen regalitos para las invitadas y juegos para amenizar tanto papel de regalo, como trivia sobre cuánto conoce la novia al novio o un bingo de regalos que ha recibido la novia.

Y claro si vas a traer una criatura al mundo, tienes la baby shower, una fiesta en la que, las más tradicionales, se reunen las amigas de la futura mamá y le dan regalos (algunas están tan organizadas que tienen lista en diferentes tiendas, casi como las listas de boda) para el bebé, mientras que el futuro papá se suele ir a tomarse unas birras con los amigos. Las más modernas celebran las Jack & Jill baby shower, en la que incluyen a los chicos (algo que fastidia bastante a algunos de los chicos que conozco, porque prefieren tomarse unas cervezas con los colegas a ver el último modelo de taca-taca o sonajero para bebés).

Fui a mi primera baby shower hará unos 3 años. Era la fiesta de la mujer de un compañero de trabajo de David, una chica muy agradable, pero con la que no tengo mucho trato. Me planto en su casa un domingo por la mañana, con mi regalillo, y con pocas ganas de socializar, ya que creo que el Santa Cristina no había acabado de hacer efecto. Las mujeres que había ahí, muy agradables todas, pero un poquillo insulsas. Entablo conversación con una que parece un poco más modernilla: look rockabilly, gafas de pasta y encima es diseñadora de bolsos. ¡Me encanta! Me acerco a hablar con ella con mi zumo de naranja (la fiesta era sin alcohol) y le pregunto por su línea de bolsos, que dónde tiene la fábrica y cómo es que empezó a diseñar bolsos. Su respuesta me dejó a cuadros: "El Señor me indicó el camino." Vaya, ya sabía yo que el Señor es bastante creativo, pero tanto como para dedicarse a diseñar bolsos...

Ayer me tocó organizar mi primera baby shower para una muy buena amiga. Ella la quería con chicos, así que decidimos que lo mejor es que fuese una fiesta como cualquier otra que celebramos, con la excusa del bebé. La verdad es que a pesar de que no tengo ni idea de las normas de estas fiestas (hay algunas en las que tienen juegos parecidos a los de la bridal shower pero relacionado con los bebés y tienen hasta páginas web que se dedican a darte ideas de cómo organizarlas), el hecho de que fuese una fiesta como cualquier otra (sólo que a la 1 de la tarde en vez de por la noche) hizo que la cosa saliese bien. Mucha comida, sangría para los mayores, sangría sin alcohol (a base de mosto) para la embarazada y los pequeños y muy buen rollo. Al final la fiesta duró hasta las tantas y hasta tuvimos que bajar a por más vino porque la sangría voló. A ver si va a resultar que voy a tener que llevar una jarra de sangría a todas las showers a las que me inviten.

domingo, octubre 12, 2008

~Trader Joe's~

Algo que se echaba de menos en mi barrio era un buen supermercado. Hay un montón de farmacias (que también son droguerías) donde te puedes comprar tinte para las canas de todos los colores, pero cuesta encontrar un sitio en el que comprar un litro de leche. Hace un par de semanas nos dieron la alegría de abrir un Trader Joe's muy cerquita de casa. Trader Joe's es la versión americana y un poquillo hippy de nuestro Mercadona. Es una cadena de supermercados que abrió sus puertas en California a finales de los años 50, con sus propios productos (como los de Mercadona) y que están a muy buen precio.

Hará un par de años que abrieron el primer Trader Joe's en Manhattan, en Union Square. Intentamos ir un sábado y tenía una cola que daba la vuelta a la manzana. Así que tal como fuimos nos vovimos a casa, porque la verdad es que no apetece nada ponerte a comprar tomates como si estuvieras en el encierro de La Zamarrilla. No es que no haya en Nueva York otros supermercados con productos de buena calidad, como pueden ser Fairway (que tenemos uno en Red Hook, justo al lado del nuevo Ikea que nos acaban de poner este verano tras numerosas protestas de vecinos que decían que el barrio iba a perder su encanto) o Whole Foods, lo que pasa es que Trader Joe's es mucho más económico. Claro, que también existe, para los que están demasiado ocupados en salir a hacer la compra, Fresh Direct, una página web en la que puedes hacer la compra y te la traen a casa al día siguiente de haberla hecho, y encima no tienes que esperar todo el día, si no que puedes elegir la hora en la que te la traen. Vamos, que puedes decir que te la traigan entre las 8-10 de la noche, si trabajas tarde, y te la traen entre esas dos horas. Nada de andar esperando la fruta todo el día...

El Trader Joe's de Brooklyn lo han abierto en un edifico que pertenecía a Independence Bank, y contó hasta con la presencia de Marty Markowitz, el presidente del Borough of Brooklyn (Brooklyn no tienen ayuntamiento propio, sino que es uno de los cinco boroughs de Nueva York, junto con Manhattan, Queens, Bronx y Staten Island). Es un edificio precioso de piedra en la esquina de Atlantic Avenue y Court Street. Por dentro, es un espacio diáfano, com mucha luz en la que podrías ver las cosas en las estanterías si hubiese menos gente. La verdad es que he estado sólo dos veces ahí, pero no me dio la sensación de agobio que me daba el de Manhattan, igual es por la luz que hay. La primera vez que fui, iba un poco al tuntún, a ver como era y sí que me despisté bastante. La segunda vez iba armada con mi lista de la compra y mi carrito y aunque tardé un poco en hacer la compra, mereció la pena. También es interesante ver a gente que viene de barrios diferentes de Brooklyn a comprar aquí y como tienen productos para casi todos los gustos. Me imagino que ahora no tengo excusa para ser un poco más cocinitas... aunque como hay tantos sitios que explorar en Nueva York, creo que será un poco difícil.

Por cierto, ahí va foto de carrito de la compra neoyorkino, que parece más un instrumento medieval de tortura que un carrito de los nuestros de toda la vida. Igual tengo que sacar fotos de productos cotidianos que tienen un diseño totalmente diferente al que tienen en Málaga, como el carrito de la compra o la humilde fregona.



Trader Joe's en Brooklyn
130 Court Street
Brooklyn, NY 11201

Tel: (718) 246-8460

sábado, octubre 11, 2008

~Atlantic Antic~

Me imagico que sobra decir que el domingo pasado al final NO estudié nada. Y no es porque no tuviera la intención de hacerlo, pero es que se celebraba el Atlantic Antic y no me lo podía perder. Atlantic Antic es una fiesta que se celebra todos los años un domingo a finales de septiembre, principios de octubre y en la que cierran 10 manzanas de Atlantic Avenue en Brooklyn, muy cerca de casa. No sé cómo explicarlo, es como si cerrasen al tráfico la Avda. Juan Sebastián Elcano desde los Baños del Carmen hasta casi el Arroyo Jaboneros y llenasen la calle de puestecillos de comida, tablaos con música y se llenase de gente que van a pasar el domingo paseando, tomándose algo, escuchando música o comprando cosas que realmente no te sirven, pero bueno, como están ahí...

Atlantic Antic es un festival multicultural. Empieza en Hicks Street, la parte más oeste de Atlantic Avenue, muy cerquita del East River, y sigue hasta 4th Avenue. Hay de todo y para todos: comida mediterránea en la zona árabe, con danza del vientre incluida; comida caribeña, con una bebida que me encanta, el ginger beer, que es como una limonada con jengibre y que en el Caribe lo mezclan con ron para hacer el cocktail conocido como Dark 'n' Stormy; un grupo de pentecostales cantando música gospel, justo al lado de la catedral bielorrusa de St. Cyril of Tureau, que tenían una mezcla un poco rara de música tradicional y techno ruso; los helados de Blue Marble; bocatas vietnamitas; zeppole, una especie de buñuelo con azúcar, y cremas de cacao y esencias de África Occidental.

Atlantic Antic es una excusa perfecta para salir con medio Brooklyn a dar una vuelta por el mundo sin salir de casa, como quien dice. Ahí van algunas fotos que saqué el domingo. Como podreis ver motivo más que suficiente para decidirse a estudiar un poco más tarde...


Atlantic Avenue petaíta de gente, con sus cervecitas, pasando el domingo


El coro de música gospel.


Vuelve el hulahop con las gogós de Last Exit, un bareto que está la mar de bien...

Y lo que más ilusión me hizo ver en Atlantic Antic... ¡las sardinas de La Mancha! No es que sean un espeto de mi Palo, pero... y el chorizo también estaba para chuparse los dedos. Ni os cuento la cola que había para conseguirse una jarra de sangría.


Y claro, no podía faltar la paella.

domingo, octubre 05, 2008

~Procrastination~

Me fascina (tal vez porque estudié filología inglesa) como el idioma inglés tiene una manera increíble de simplificar las cosas y hacer posible que conceptos un poco largos de explicar, puedan resumirse en una sola palabra. La palabra en la que estoy pensando, y que podría aplicarse a mi fin de semana es procrastination, que traducido libremente, sería, más o menos: ¿para qué hacer hoy lo que podemos hacer mañana?.

Sí, todo eso lo han resumido en una sola palabra que es verbo (to procrastinate) y sustantivo (procrastination).

Este fin de semana se suponía que iba a ponerme a estudiar, ya que hace poco empecé un curso de contabilidad. Abro los libros y me pongo con la calculadora, pero... ¿no hay que hacer la colada? Bueno, no tardo nada, pongo la lavadora en un minuto y vuelvo a los activos y los pasivos... Vaya, ¿no está la casa un poco sucia? Le paso la escoba y no tardo ná. Es que este desorden me pone un poco nerviosa y no me deja concentrarme. Ahora me apetece un té. Bueno, mientras calculo el balance de esta empresa me lo pongo y me lo tomo mientras termino los cálculos. Uy, me he quedado sin leche. Igual es mejor que salga ahora, vaya a ser que me cierren la tienda. Total, cuando llegue seguro que estoy más centrada...

Dicha palabreja también existe en nuestro idioma: procrastinar, que significa, según la Real Academia, "diferir, aplazar".

Y ahora, de verdad, voy a ponerme a estudiar, pero...
~Llega el otoño~

Está llegando el otoño y no sólo se nota en el cambio de temperaura y en los resfriados que nos estamos pillando todos. Las hojas han empezado a cambiar de color y las tiendas ya han sacado la decoración de Halloween, que es algo que no entiendo, que un mes antes ya estén poniendo zombies, calabazas y arañas en los escaparates. Me resulta un poco apabullante. Es como cuando te paseas por C/ Larios en feria, con tu Cartojal refrescándote los 40 grados a la sombra y te encuentras con maniquíes envueltos en bufandas y los abrigos que serán lo in del otoño que se nos avecina.

Como todos los años, en el primer fin de semana de octubre, la ferretería de mi barrio, Mazzone, organizó el Festival de otoño. Mazzone es un negocio familiar que lleva 50 años vendiendo tuercas, tornillos y bombillas a la gente de Carroll Gardens. Frente a los centros comerciales, tienes negocios como éstos, que aunque igual la bombilla te salga un poco más cara que en Lowes, tiene más carácter, con sus parroquianos que están siempre ahí, echando el rato o el zombie que ya tienen puesto a la puerta, que cada mes de octubre me pega un susto de muerte cuando me acerco a por cualquier tuerca que me haga falta en casa. Me recuerda un poco a las ferreterías de mi barrio, Campillo y Meba, que llevan siglos en Echevarría y que aunque lleve tiempo sin ir, si me acerco con mi madre, saben perfectamente quién soy.

Total, que ayer me acerqué a ver el festival que tenían montado. Me hizo gracia ver un bote gigante de pintura de Bejamin Moore (me imagino que patrocinaba el evento)... No sé, no me podría imaginar la C/Marín Higuero cortada al tráfico (la que se liaría), llena de niños pintando y cortando calabazas, jugando con otros niños y comiendo azúcar de colores, junto con un bote gigante de, ¿qué te digo yo?, Titanlux.

Este festival va dirigido especialmente a los niños: hay maquilladores que les pintan la cara, tienen concursos de calabazas (lo que hacen es que los niños ahuecan las calabazas y luego les cortan las caritas para prepararlas para Halloween), tienen chucherías y una máquina de azúcar de colorines para los niños y café para los pacientes padres. Algún año han llegado a poner un castillo de ésos de goma en el que los enanos pegan botes hasta reventar.


Me encanta que en el barrio haya iniciativas como ésta, que dé oportunidad a la gente de socializar y pasar un buen rato. Carroll Gardens era mucho más barrio (especialmente siendo un barrio predominantemente italiano) hasta hace un par de años en los que gente más joven, profesionales, los yuppies, se mudaron a esta zona, ya que era más barata que Manhattan y está muy cerca del Downtown (unos 10 minutos en metro) y relativamente cerca de Midtown (unos 40 minutos en metro). Es el proceso que llaman aquí gentrification, proceso por el cual gente de clase media-alta se traslada a vivir a barrios que, inicialmente, son de clase más baja, por lo que la demografía cambia: las tiendas cambian y se adaptan al nuevo tipo de gente, y muchas veces conlleva a un encarecimiento de la zona, que hace que los antiguos habitante no puedan permitírsela y tenga que irse a vivir a otras zonas de la ciudad. No considero que todo sea negativo en el proceso de "aburguesamiento" de ciertas zonas: los barrios se arreglan más, hay más posibilidades de compras y de restaurantes, pero eso también trae consigo una pérdida del carácter inicial del barrio y de las relaciones humanas que se habían establecido desde hace tiempo.

En mi barrio, todavía se pueden ver, en las noches de verano, a los viejecitos italianos, que sacan sus sillas a la calle y se sientan a cotillear en siciliano. Me imagino que será para que no se nos olviden los inicios del barrio.

Mazzone
470 Court Street
Brooklyn, NY 11231
Tel: (718) 624-8494